Engañar a dos al mismo tiempo sobre la misma materia
en cualquier orden de la vida suele ser difícil,
en política prácticamente imposible. Sánchez,
el hombre que más tiempo ha estado en funciones,
pretende ahora hacer valer el viejo truco «te digo a ti lo
contrario de lo que le dije al otro». O engaña al
conjunto de los españoles, prometiendo a los
independentistas lo que la Constitución no le permite;
o engaña a los de Esquerra, queriendo ganar tiempo.
Lo que no es posible es que quien pretende gobernar
España juegue con su unidad, con su integridad, y con
su futuro, y lo haga además a espaldas de los ciudadanos,
traicionando de esta manera el mandato moral, ético y político
al que el andamiaje democrático le obliga.
Así que Sánchez está obligado a decirnos lo que
de verdad compromete con los golpistas de Esquerra.
Porque o bien los engaña a ellos, o bien al resto
de los españoles, y aunque esto último es moneda
de cambio común, en este caso concreto
sería la peor felonía que se le puede hacer al pueblo...Bieito Rubido

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