Como la economía no es importante, y además la arregló Rajoy,
volvemos a tomar todas las decisiones que pueden arruinar
nuestro bolsillo. Sánchez -ya saben, ese señor al que le
dan pánico las urnas, y no es para menos conocido
su último resultado: 84 escaños-, batió récord de
gasto público en el último trimestre del año pasado.
Ahora, en enero, ha logrado la dudosa marca de perder
más de 200.000 afiliados a la Seguridad Social.
Sus presupuestos, según el Banco de España y la
Autoridad Fiscal Independiente, son prácticamente
imposibles de cumplir. La inercia expansiva de los
últimos ejercicios comienza a frenarse y temo que
una nueva crisis vuelva a dibujar un paisaje tan lamentable
como el que vivimos hace apenas ocho años. Pero, como según
muchos analistas la economía no importaba, aquí estamos
con Sánchez, el hombre que menos principios y valores
ha demostrado en el ejercicio democrático. Tanto le vale
negro como blanco: lo importante es que él pueda seguir
sentado en una silla para la que no le votó el pueblo.
Consciente de ello, estira la excepcionalidad,
no vaya a ser que nunca más pueda pasar por allí...Bieito Rubido
https://www.abc.es/ MRF
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