El cambio inesperado de partido de la expresidenta de las Cortes de Castilla y León, avalado por Rivera, provoca una crisis en la formación naranja
En su afán por fichar a personas ajenas a Ciudadanos en las listas a las generales y autonómicas, Albert Rivera ha pasado de presentar a un economista en Asturias; un periodista en Aragón, o una representante de los autónomos, en Valladolid, a cruzar un delicado límite que dista mucho del objetivo de integrar candidatos «independientes». En pocas horas y de forma sorpresiva, los de Rivera han anunciado dos «estrellas» que han sido «arrebatadas» a PSOE y PP, pero que no encajan en el perfil de la nueva política de la que tanto alardean. Joan Mesquida, alto cargo del Gobierno de Zapatero y militante socialista, será presentado hoy como cabeza de cartel al Congreso por Baleares, y Silvia Clemente, hasta ahora presidenta de las Cortes de Castilla y León, será la elegida por el aparato para ir a las primarias en esta Comunidad. Pero éste último es, sin duda, el que ha levantado más ampollas, sobre todo en el PP, pero también en el seno de la propia formación territorial naranja.
Hace tan sólo cinco días nadie podía imaginar que Castilla y León, tierra políticamente en calma, iba a sufrir un terremoto de tal magnitud para PP y Ciudadanos. La Comunidad denominada en su día como «el granero de votos del PP» observa incrédula como la hasta ahora presidenta del Parlamento regional, conocida dirigente, ha anunciado su dimisión, dando un portazo y cargando contra el partido que le ha dado todo lo que ha sido en política durante casi 20 años: consejera de Medio Ambiente, de Cultura y de Agricultura, antes de presidir la segunda institución de la Comunidad. Las duras críticas al PP y a su candidato, Alfonso Fernández Mañueco, se explican, tres días después, con su fichaje como «independiente» por Ciudadanos.
Una maniobra de tres meses
Detrás de esa espantada ha dejado entrever que su partido ya no contaba con ella para ningún puesto de responsabilidad y que la habían ninguneado. No hay que olvidar que la segoviana apoyó encarecidamente a Mañueco en las primarias del PP de Castilla y León de 2017, y que el salmantino ganó por goleada, pero el distanciamiento entre ambos ha ido en aumento. Sin embargo, nadie en el partido sabía nada, nadie se lo espera, pero está claro que los contactos con la formación naranja se iniciaron hace ya varios meses y ahora cristalizan en forma de candidatura oficial. Clemente se va a Ciudadanos, pero en su «estrategia calculada», como la tildó ayer Mañueco, deja a un PP más unido que nunca en torno a la figura del candidato. Tanto es así que al día siguiente de su anuncio, tanto Pablo Casado como el presidente Juan Vicente Herrera forzaron una visita no prevista para cerrar filas con el presidente del PP regional.
Pero las consecuencias del polémico fichaje no terminan ahí, ya que el hecho de ser una dirigente que lleva 18 años con cargos de responsabilidad en la Junta y en el PP ha llevado a una facción de Cs a presionar a la dirección nacional para impedirlo. Visto que estaba todo atado y bien atado, el único diputado de Cs en Castilla y León, Francisco Igea, avalado por Luis Garicano, también concurrirá a las primarias, las únicas disputadas, a día de hoy, que se celebrarán en el territorio nacional. Igea tiene claro que Clemente no encaja con el perfil de «regeneración» que defiende su partido y ha mencionado, incluso, que tiene «muchas sombras» en su gestión. El diputado dará la batalla aún sabiendo que se enfrenta al aparato (Arrimadas y Villegas han mostrado su apoyo a Clemente) y que tiene pocas posibilidades de ganar.
La clave está en conocer el poder de arrastre de la «tránsfuga» y el daño que pueda provocar al PP por tratarse de un peso pesado desde hace muchos años en la Comunidad. En su objetivo está, sin duda, ser la futura presidenta de la Junta, consciente de que su nuevo partido, según las encuestas, será llave para la formación de gobierno. Por ello, su airada salida es interpretada -y temida- como que, si dan los números, pactará con el PSOE para vengarse del PP. No obstante, la brecha también se ha abierto en el propio Cs, donde ayer algunos dirigentes locales comenzaban ya a anunciar que si ganaba la exdirigente popular, se darán de baja....
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