El secretario provincial y alcalde de Páramo pregunta a los socialistas qué dirían si el cierre térmico fuera con Gobierno popular.
El responsable provincial del PP y alcalde de Páramo del Sil, en donde se ha cerrado la central térmica de Anllares, Ángel Calvo, ha calificado de «vergüenza» y un «verdadero despropósito» la política energética emprendida por el Gobierno central, después de conocerse que compra ya energía a Marruecos producida con carbón, mientras que se cierran las térmicas españolas.
Ángel Cavo carga contra el Ministerio para la Transición Ecológica, del que afirma que no está ala altura de las circunstancias actuales e históricas. Máxime cuando se sabe también que Alemania ha diseñado un plan de transición energética sin carbón, que se prolongará hasta el año 2038.
«Es una auténtica vergüenza. Yo creo que en este país ahora mismo no tenemos un Gobierno, sino un desgobierno, y un Ministerio de Industria que deja mucho que desear. No está a la altura de las circunstancias. Aquí tenemos que cerrar todas por el artículo 33, sin nada previsto, sin una transición, cuando en Alemania se cerrarán unas en el 2035 y otras en el 2038», manifestó el secretario provincial del PP, quien considera que esta política «ni es justa, ni ecológica; sólo ideológica».
Ángel Calvo califica también como «sub realista» comprar energía a Marruecos, cuando el mineral autóctono es mucho mejor. También augura que las consecuencias serán peores en el futuro, dado que España dependerá de lo que decidan otros países. También incidió Ángel Calvo de lo que dirían en política los socialistas si el cierre de las térmicas fuese con un Gobierno del PP.
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Carucedo________
El fallo judicial inhabilita al exalcalde de Carucedo 8 años y 6 meses por prevaricación.
El 17 de septiembre de 2013 dos operarios —por orden escrita del por entonces alcalde de Carucedo, el socialista Clemades Rodríguez— procedieron al derribo de un pontón de 4 metros de ancho por 3,6 de lardo sobre la presa de la Olga. Un puente que daba acceso a la casa de Carucedo de la por entonces concejala del PP, Ana Blanco, y que, con su derribo, la dejó igualmente sin alcantarillado.
Cinco años después de aquel incidente, ahora la juez sustituta del Juzgado de lo Penal número 1 de Ponferrada, María Antonia Gutiérrez, ha dictado una sentencia con la que se condena al ex alcalde Clemades Rodríguez a pagar de 20.000 euros a la ex concejala del PP «por los daños y perjuicios ocasionados».
En este pleito, el juzgado fija la responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Carucedo, en caso de que el ex alcalde no afronte la citada indemnización monetaria.
Además, la jueza también establece la pena de ocho años y seis meses de inhabilitación para el empleo o cargo público de Clemades Rodríguez. Tiempo en el que no podrá presentarse a ninguna reelección en ninguna administración pública. De igual forma se impone al condenado las costas, incluidas en este caso las de la acusación particular, que podrían alcanzar la cifra de los 9.000 euros, por pagos a abogado, procurador y peritos intervinientes.
El Ministerio Fiscal solicitó en la causa 9 años de inhabilitación y la indemnización por privar a la concejala de alcantarillado en su casa. Por su parte, la acusación particular, el abogado Javier Barrio, que llevaba el caso de Ana Blanco, pidió en el juicio también 9 años de inhabilitación y 32.826 euros de indemnización por daños y perjuicios materiales. El Ayuntamiento ya repuso la tubería destrozada.
En la sentencia se destaca en el apartado de hechos probados que la secretaria municipal advirtió por escrito al ahora condenado que no podía tirar el puente, dado que incluso contaban ese mismo día 17 de septiembre con un escrito de la Confederación Hidrográfica Miño Sil que prohibía actuar en la zona, dado que existía un plazo de alegación que aún no había expirado. Con todo, a Clemades Rodríguez le dio igual, ordenó a los operarios de una constructora, Inversiones Abeto S.L., representada por Raúl González Cuadrado, el derribo del puente. La pasarela dejó de existir, fue demolida, a eso de las 7 de la mañana del 18 de septiembre de 2013. La pasarela había sido construida 30 años antes. Como consecuencia de la actuación del ex alcalde, el acceso a la vivienda de la concejala es a través del puente que pertenece ya al término municipal colindante de Borrenes, y por un camino de tierra, teniendo que dar un rodeo para llegar a casa.
La jueza destaca las contradicciones del ex alcalde tras su alegado de estar preocupado por la caída de algunas personas, dado que el propio Clemades Rodríguez declaraba que por ese puente solo pasaba la concejala sin constar riesgo alguno.
«No hay conducta más antidemocrática que perseguir a los concejales de la oposición, elegidos por los vecinos del municipio de Carucedo, utilizando los recursos públicos municipales para silenciar su labor y amedrentarles, que es la que ha realizado el Sr Clemades, alcalde del PSOE desde el año 1978 hasta el año 2015, con su persecución a Ana Blanco Cobo por atreverse a desempeñar sus funciones de concejal, realizando su labor de crítica de la gestión municipal, lo que se pone de manifiesto en la sentencia dictada», valora el abogado ponferradino de la concejala, Javier Barrio. La sentencia es recurrible y cuando sea firme, la acusación valora presentar una querella por delito de falso testimonio contra Raúl González Cuadrado.
carbón
La Landaluce de hoy conserva el 70% de su estructura original, «lo cual no es poco», explican los miembros del club. Durante su larga vida activa sufrió como es lógico muchas reparaciones y transformaciones para mantenerla a la altura del duro trabajo de remolcar trenes de hasta 800 toneladas en la línea principal de Ponferrada a Villablino y por todos sus ramales a las minas y cargaderos de carbón.
Haciendo un cálculo aproximado basado en los años de servicio, longitud de la línea y peso de los trenes, los miembros de esta asociación mallorquina calculan que La Landaluce transportó muy probablemente unos 20 millones de toneladas de carga y recorrió cerca de 4 millones de kilómetros, «cantidad suficiente para dar 100 veces la vuelta a la Tierra».
El Club Ferroviario Vaporista de Mallorca ultima la apertura de una exposición permanente en Marratxí que tendrá como principal atracción una locomotora de la MSP, la Baldwin Nº 6 Landaluce, tras 15 años de restauración .
Sólo entrando en la página web se percibe el cariño y el orgullo con el que el Club Ferroviario Vaporista de Mallorca ha llevado a cabo un largo sueño de más de 15 años, desde que la Baldwin Nº 6 Landaluce de la MSP, una locomotora tanque similar a las últimas Babcock mallorquinas, llegó a la isla después de ser rescatada de la chatarra. «Ahí está nuestra historia, nos hemos hecho mayores con este proyecto», asegura con sorna su presidente, Roberto Rueda, que anuncia que en poco tiempo, quizá un par de meses, la vieja locomotora se instalará definitivamente en la joya de la corona de esta asociación, un parque ferroviario de 25.000 metros cuadrados situado en el término municipal de Marratxí, a 12 kilómetros de Palma, que ya alberga un circuito de trenes a escala y material histórico de la isla.
Tras siete años de negociaciones con el Ayuntamiento de Ponferrada para su cesión, el 24 de mayo de 2004, la locomotora salió rumbo a Mallorca, donde llegó después de un largo viaje, primero en camión y más tarde en barco.
El proceso de restauración comenzó ese mismo año, en diciembre. Lo primero fue limpiar la mugre acumulada en 40 toneladas de una venerable locomotora de vapor de 80 años que había dejado de funcionar en 1986. Lo segundo, desmontarla pieza a pieza y alzarla sobre caballetes con el fin de evaluar su estado, dibujar los planos y catalogar los mecanismos desaparecidos. La web del Club Ferroviario Vaporista de Mallorca (www.cfvm.es) es una forma de recorrer esta historia paso a paso, como si se tratase de un viaje en el tren del tiempo. Hasta se publica un extenso informe técnico de la restauración, prueba también del interés de estos entusiastas del ferrocarril por lo que aquí aún no se valora tanto. En los trabajos de reconstrucción estructurales y de planchistería se usaron 5.000 kilos de acero nuevo en forma de planchas, barras, tirantes y perfiles, a lo que hay que sumar una ingente cantidad de tornillos pesados y de ajuste, así como otro buen número de gorrones, bulones y otras piezas que debieron ser rectificados y restaurados.
El resto de componentes fueron hechos ex profeso, entre ellos más de la mitad de la tortillería pesada del bastidor principal; el resto fue revisado y reapretado. «En total se fabricaron al torno o a la fresadora alrededor de 400 piezas, en cuya confección empleamos 310 kilos de aceros y bronces especiales, lo que supuso unas 450 horas de mecanización en nuestros talleres», se explica.
Nada menos que 12.000 horas de trabajo que culminaron el 1 de marzo de 2007 con su presencia en la inauguración de la nueva estación intermodal subterránea de Palma de Mallorca, donde permaneció en exposición hasta finales de 2012, cuando debió ser retirada por necesidades de espacio. Hoy, la vieja locomotora de MSP permanece en los talleres generales de SFM —los ferrocarriles de Mallorca— en Son Rullán, a la espera de ser conducida hasta el Museo de Marratxí. «Sólo falta la caldera para que pueda funcionar, y en eso estamos, porque queremos que funcione como un recurso de nuestro Museo», anuncia el presidente de la asociación.
https://www.diariodeleon.es/ MRF
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