Queda algo más de un mes para el 1 de octubre, fecha marcada en el calendario por Puigdemont para celebrar el referéndum ilegal de independencia en Cataluña. Todos los focos parecen estar centrados exclusivamente en esa jornada. Todos, menos los de Podemos y ERC, que también piensan en el día después.
Al menos es lo que se desprende del último gesto de los líderes de ambas formaciones. Pablo Iglesias, Oriol Junqueras y Xavier Domènech, portavoz de En Comú Podem en el Congreso de los Diputados, cenaron juntos el pasado sábado. La velada tuvo lugar en casa del empresario Jaume Roures, en Barcelona, horas después de la concentración contra el terrorismo.
Aunque algunas fuentes tildaron el evento de «cena informal» y no quisieron entrar en el contenido de las conversaciones entre los líderes políticos, «La Vanguardia» adelantó que allí, por supuesto, se habló del 1 de octubre, pero también de lo que puede pasar después y de los escenarios futuros que se pueden dar. A Junqueras le interesaba la posición del partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, respecto al referéndum. Catalunya en Comú ya había anunciado que lo apoyaría «como movilización», pero sin reconocerlo como un «referéndum vinculante», aunque volverán a debatirlo en septiembre.
Iglesias habría insisitido en su idea de echar a Rajoy de La Moncloa, y en acercar a ERC al PSOE de Sánchez en una posible moción de censura liderada por los socialistas. Con la agenda autonómica y la estatal sobre la mesa, la «cena informal» sirvió para alentar un pacto postelectoral entre las formaciones.
Dejar fuera al PDECat
La primera sospecha vino del actual socio de gobierno de ERC, el PDECat. «Huele a tripartito», aseguró la coordinadora general del partido, Marta Pascal, en una entrevista radiofónica, en la que también quiso dejar claro que «si la opción es un tripartito con Podemos y alguien más, este no es nuestro camino». Ese «alguien más», teniendo en cuenta lo que le planteó Iglesias a Junqueras, podría ser el PSC, aunque los socialistas catalanes nunca han dicho nada parecido hasta el momento.La ascensión de los de Junqueras en las encuestas coincide con el descenso de los de Puigdemont. Pase lo que pase el 1 de octubre, no parece que la coalición de Junts pel Sí pueda volver a repetirse, en parte por el desgaste que está sufriendo a raíz de su deriva soberanista. En este sentido, el pasado mes de junio, Domènech utilizó su intervención en la moción de censura fallida que Iglesias le presentó a Rajoy para ofrecer de forma abierta a ERC una coalición electoral de izquierdas en Cataluña. «Compañeros, ya hay posibilidad para una mayoría, para construir una Cataluña más justa, más libre y más limpia. Construyamos juntos fuera de aquello que también es viejo en el Gobierno de Cataluña», declaró Domènech entonces.
En la velada celebrada por Iglesias, Junqueras y Domènech, se plantearon los posibles escenarios tras el 1 de octubre
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MRF
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