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el nombre de 3122 Florence, y es un asteroide de entre cuatro a nueve
kilómetros de longitud que está dentro de la categoría de asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra.
El próximo viernes Florence se acercará a una distancia de más de siete millones de kilómetros de la Tierra (la Luna está a una distancia media del planeta de menos de 400.000 kilómetros), lo que es la máxima aproximación desde el año 1890.
En esta ocasión no hay riesgo de impacto y los astrónomos aprovecharán la oportunidad para hacer observaciones de esta «montaña» a la deriva. Su proximidad le permitirá ser visible a través de pequeños telescopios cerca de las constelaciones de Piscis Austrinus, Capricornio, Acuari y el Delfín.
Florence está en la categoría de asteroides potencialmente peligrosos porque sus dimensiones son mayores a 140 metros y su distancia mínima de acercamiento es menor a 19,5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han explicado a Efe que esta aproximación es una oportunidad valiosa para observarlo y analizar su órbita: «Para la ciencia es importante conocer sus propiedades espectrales (espectro de luz y colores), ya que podremos establecer cuánto mide y cómo es su estructura», apuntó la investigadora Karina Cervantes, del Instituto de Geofísica de la UNAM, en rueda de prensa.
La cercanía permitirá que se indague sobre su tamaño real y en aspectos como «su topografía, rotación, textura y una determinación más exacta de su trayectoria orbital», explicó Cervantes.
Esto es muy relevante, porque la próxima vez que Florence se acercará tanto a la Tierra será el 2 de septiembre del año 2057.
Aunque se conoce muy bien la órbita de Forence, aún se desconocen muchas de sus propiedades físicas. Pero si se pretende calcular los riesgos que supone es fundamental conocer el tamaño, la forma, la masa, la composición química, la órbita exacta y el posible ángulo de impacto.
En la actualidad se considera que solo se conocen el 1 por ciento de todos los asteroides del Sistema Solar, aunque por suerte ya se ha descubierto el 90 por ciento de los cuerpos más masivos. Sin embargo, se calcula que en la actualidad solo se conoce el 28 por ciento de los objetos de 140 metros o más.
Dado que los científicos consideran que es cuestión de tiempo que un asteroide peligroso impacte contra la Tierra, es fundamental rastrear el cielo en busca de nuevos asteroides y vigilar los ya conocidos. Solo así se puede predecir un impacto y preparar medidas para evitarlo o mitigarlo.
http://www.abc.es/
MRF
El próximo viernes Florence se acercará a una distancia de más de siete millones de kilómetros de la Tierra (la Luna está a una distancia media del planeta de menos de 400.000 kilómetros), lo que es la máxima aproximación desde el año 1890.
En esta ocasión no hay riesgo de impacto y los astrónomos aprovecharán la oportunidad para hacer observaciones de esta «montaña» a la deriva. Su proximidad le permitirá ser visible a través de pequeños telescopios cerca de las constelaciones de Piscis Austrinus, Capricornio, Acuari y el Delfín.
Florence está en la categoría de asteroides potencialmente peligrosos porque sus dimensiones son mayores a 140 metros y su distancia mínima de acercamiento es menor a 19,5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
Tan grande como el que acabó con los dinosaurios
Este objeto es el mayor asteroide observado en la historia de la NASA, y tiene un tamaño comparable al de la roca espacial que causó la extinción de los dinosaurios. Un impacto de Florence contra la Tierra podría causar daños globales y una extinción masiva de especies.Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han explicado a Efe que esta aproximación es una oportunidad valiosa para observarlo y analizar su órbita: «Para la ciencia es importante conocer sus propiedades espectrales (espectro de luz y colores), ya que podremos establecer cuánto mide y cómo es su estructura», apuntó la investigadora Karina Cervantes, del Instituto de Geofísica de la UNAM, en rueda de prensa.
La cercanía permitirá que se indague sobre su tamaño real y en aspectos como «su topografía, rotación, textura y una determinación más exacta de su trayectoria orbital», explicó Cervantes.
Esto es muy relevante, porque la próxima vez que Florence se acercará tanto a la Tierra será el 2 de septiembre del año 2057.
«Rozará» la órbita
El asteroide rozará la órbita terrestre a una velocidad de 13,53 kilómetros por segundo y los científicos podrán observarlo con telescopios y radares, explicó a su vez la investigadora Guadalupe Cordero, también del Instituto de Geofísica. «Muchos asteroides han pasado más cerca, pero han sido más pequeños», expuso Cordero.Aunque se conoce muy bien la órbita de Forence, aún se desconocen muchas de sus propiedades físicas. Pero si se pretende calcular los riesgos que supone es fundamental conocer el tamaño, la forma, la masa, la composición química, la órbita exacta y el posible ángulo de impacto.
Sin riesgo en los próximos siglos
A pesar de todo, los cálculos de las órbitas indican que 3122 Florence no supone ningún riesgo en los próximos siglos.En la actualidad se considera que solo se conocen el 1 por ciento de todos los asteroides del Sistema Solar, aunque por suerte ya se ha descubierto el 90 por ciento de los cuerpos más masivos. Sin embargo, se calcula que en la actualidad solo se conoce el 28 por ciento de los objetos de 140 metros o más.
Dado que los científicos consideran que es cuestión de tiempo que un asteroide peligroso impacte contra la Tierra, es fundamental rastrear el cielo en busca de nuevos asteroides y vigilar los ya conocidos. Solo así se puede predecir un impacto y preparar medidas para evitarlo o mitigarlo.
http://www.abc.es/
MRF
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