Desde 2013, sin embargo, los mayores contratos de equipos militares corresponden a China.
Ese año, Pekin llegó a firmar la entrega de doce sistemas de armamento,
y en 2014 fueron otros diez, de acuerdo con el cómputo realizado por la
organización no gubernamental Control Ciudadano. Aunque luego la crisis
económica ha obligado a reducir la adquisición de armas, en 2016
volvieron a aumentar las compras a China. Su cuantificación resulta
difícil por el secretismo con que el Gobierno suscribe los acuerdos, sin
supervisión del Parlamento.
Se cree que el cambio de China por Rusia tuvo que ver con los mayores créditos que Pekín comenzó a dar a Caracas y con el desengaño venezolano por algunos compromisos no cumplidos por Moscú respecto a convenios firmados. Tal fue el caso de retrasos en la construcción de una planta en Venezuela para producir fusiles de asalto AK 103.
La oposición ha mostrado inquietud por la falta de noticias sobre la inutilización de los antiguos fusiles, algo que era requerido por la normativa gubernamental pero que haya sucedido a gran escala. En los últimos años, como hace notar el informe de Control Ciudadano, las Fuerzas Armadas han recurrido también a antiguos proveedores occidentales para conseguir determinados suministros, como EE.UU., Holanda y Austria, países a los que han comprado aviones de transporte, embarcaciones guardacostas y aviones de entrenamiento.
No ha ocurrido así en el caso de España, país con el que Chávez suscribió dos convenios 2005. Uno por el que Navantia construyó varios buques destinados a la Armada venezolana, y otro por el que EADS iba a suministrar una docena de aviones, pero que finalmente no pudo llevarse a cabo por objeciones de Estados Unidos sobre transferencia de tecnología.
Después España se convirtió en el primer suministrador de materiales antimotines, pero a raíz de la represión gubernamental de las masivas protestas de 2014, en las que se registraron una cuarentena de muertos, el Gobierno español prohibió la exportación de esos materiales a Venezuela.
http://www.abc.es/
MRF
Se cree que el cambio de China por Rusia tuvo que ver con los mayores créditos que Pekín comenzó a dar a Caracas y con el desengaño venezolano por algunos compromisos no cumplidos por Moscú respecto a convenios firmados. Tal fue el caso de retrasos en la construcción de una planta en Venezuela para producir fusiles de asalto AK 103.
Kalashnikov
A pesar de esos retrasos, no obstante, las Fuerzas Armadas ya hace tiempo que pudieron equiparse con Kalashnikov comprados a Rusia. Precisamente el cambio de fusil ha generado controversia sobre el destino de los antiguos FN FAL, de fabricación belga, que fue el armamento orgánico de los militares venezolanos durante 50 años. El Gobierno de Chávez decidió sustituir paulatinamente ese arma por los AK103. El viejo FAL solo se usa en ciertos cuerpos de seguridad y policía.La oposición ha mostrado inquietud por la falta de noticias sobre la inutilización de los antiguos fusiles, algo que era requerido por la normativa gubernamental pero que haya sucedido a gran escala. En los últimos años, como hace notar el informe de Control Ciudadano, las Fuerzas Armadas han recurrido también a antiguos proveedores occidentales para conseguir determinados suministros, como EE.UU., Holanda y Austria, países a los que han comprado aviones de transporte, embarcaciones guardacostas y aviones de entrenamiento.
No ha ocurrido así en el caso de España, país con el que Chávez suscribió dos convenios 2005. Uno por el que Navantia construyó varios buques destinados a la Armada venezolana, y otro por el que EADS iba a suministrar una docena de aviones, pero que finalmente no pudo llevarse a cabo por objeciones de Estados Unidos sobre transferencia de tecnología.
Después España se convirtió en el primer suministrador de materiales antimotines, pero a raíz de la represión gubernamental de las masivas protestas de 2014, en las que se registraron una cuarentena de muertos, el Gobierno español prohibió la exportación de esos materiales a Venezuela.
http://www.abc.es/
MRF
No hay comentarios:
Publicar un comentario