El Ayuntamiento de Barcelona quiere ahora eliminar de su callejero la plaza de la Hispanidad, muy cercana a la Sagrada Familia, según informa el diario ABC. La iniciativa lleva años sobre la mesa, es una petición histórica de parte de los vecinos y ahora el consistorio de Ada Colau pretende llevar a cabo el cambio, en un espacio cuyos carriles laterales se han convertido en el aparcamiento de los autocares que visitan el templo.
El rebautizo, de hecho, tenía que abordarse este jueves en el plenario del distrito del Eixample –donde se ubica esta zona verde– pero ha caído del orden del día después de que lo acordara la junta de portavoces.
La in iciativa pretende unificar el nombre a las dos plazas que están ubicadas codo con codo y separadas solo por la calle Marina en el cruce entre las calles Lepanto, Aragó y la avenida Diagonal. Ahora son conocidas como plaza de la Hispanidad y plaza de Pablo Neruda y la idea municipal es que todo el espacio lleve solo el nombre del escritor chileno que militó hasta su muerte en el Partido Comunista de Chile..
Fuentes municipales explican que ya existe un informe favorable de la ponencia de Nomenclátor y que hace falta que el plenario del distrito impulse y tramite un proceso de aprobación, algo que todavía no ha sucedido, unos procedimientos que todavía no tienen un calendario establecido, aseguran desde el consistorio al citado medio.
El Eixample ya aprobó en 2005 una proposición para llevar a cabo este cambio de nombre, una propuesta que prosperó con solo los votos de ERC, el voto contrario del PPy la abstención del resto de grupos. Hace un año se instó al Nomenclátor a borrar del mapa la plaza y en julio se recordó el compromiso acordado.
De hacerse realidad, este cambio se convertiría en un episodio más de la depuración de símbolos españoles que Ada Colau ha llevado en el consistorio desde su llegada. La plaza Juan Carlos I, ahora Cinc d’Oros, o la plaza de Llucmajor, ahora plaza de la República, son otros polémicos cambios impulsados por la alcaldesa.
Otros símbolos eliminados
Una de las primeras medidas que adoptó Ada Colau tras su llegada al Ayuntamiento de Barcelona fue la de retirar el busto del Rey Don Juan Carlos del salón de plenos del Consistorio, donde se situaba desde 1976. El motivo, según justificó el equipo de Gobierno de la ciudad condal, fue que el Rey Emérito abdicó en 2014 y la presencia de su busto constituía una «anomalía». Pero el pasado mes de abril la alcaldesa continuó con su empeño en acabar con los símbolos monárquicos de Barcelona y sustituyó el nombre de la plaza Juan Carlos I por el de Cinc d’Oros.
Hace dos semanas, la alcaldesa de Barcelona protagonizó un nuevo episodio de este tipo y aprobó cambiar el nombre del salón de plenos de la Reina Regente por el de Carles Pi i Sunyer, en homenaje al alcalde republicano que la capital de Cataluña tuvo en 1934 y 1937.
También contra el Ejército ha tomado decisiones algunas veces Ada Colau. Uno de los desprecios que más sonó fue cuando la alcaldesa dijo a los militares en el Salón de Enseñanza de Barcelona que hubiera preferido no contar con su presencia en el acto, por «separar espacios». Pero han sido más las acciones que Colau ha tratado de llevar a cabo contra esta institución, como el intento de expulsión de la Hermandad de los Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona del solar donde practican sus ejercicios.
El voto de la alcaldesa y su equipo de Gobierno fue crucial también para que no celebrara oficialmente el Día de la Constitución en Barcelona. La propuesta del PP de conmemorar esta jornada fue apoyada PSC y Ciudadanos, pero los votos en contra de CiU, ERC y CUP, sumados a los de Colau y su equipo, hicieron que la ciudad condal se quedara sin el día de la Carta Magna.
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MRF
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