El partido de Abascal depende del PP para sentar a sus diputados en las mesas parlamentarias
Los grupos parlamentarios se han puesto ya manos a la obra para negociar el reparto de los cargos de las comisiones del Congreso de los Diputados. La Cámara Baja adjudicará durante las próximas dos semanas unos 160 puestos entre presidentes, vicepresidentes y secretarios que, además de otorgar visibilidad y responsabilidad a los elegidos, incluyen complementos que oscilan entre los 739,3 y los 1.516,76 euros al mes. Pero el PSOE ha decidido, como ya hizo en la legislatura fallida, vetar el acceso de Vox a todos estos puestos.
En esta idea, los socialistas han encontrado el apoyo de todos sus socios de investidura. Dado que la elección de los cargos se realiza siguiendo el criterio de la mayoría, esto es, resultan elegidos los candidatos que obtienen mayor número de votos, el partido de Santiago Abascal no tiene ninguna posibilidad de vencer a la alianza de la izquierda en solitario.
Vox necesita, por tanto, la ayuda del PP para poder sentar a alguno de sus diputados en vicepresidencias y secretarías, para las que se eligen a cuatro diputados por comisión. Las presidencias se adjudican al candidato más votado y ni siquiera con los votos de los populares podría Vox sortear el veto del PSOE.
Cs espera una comisión
Sin embargo, no está claro que los populares vayan a ayudar al grupo de Abascal. Los intentos de negociación entre ambos en el Congreso no están fructificando en nada, entre acusaciones mutuas de falsa voluntad de pacto. Tras la exclusión de Vox de la Mesa de la Diputación Permanente este martes, los populares se quejaron de que su rival no entiende que necesita la «generosidad» de Génovapara sortear los vetos que le impone la izquierda.
Desde Vox, por su parte, acusaron a los populares de connivencia con el PSOE al no brindarle ayuda para obtener una representación acorde con su posición de tercera fuerza política. En este difícil marco volverán a tantearse ahora ambos grupos, aunque son los socialistas, gracias a su mayoría con Unidas Podemos y el independentismo, los únicos que tienen el poder para decidir qué grupos accederán a qué presidencias de comisión.
De hecho, Vox no será el único grupo que se quedará sin presidencias de comisión. La portavoz socialista y encargada del reparto, Adriana Lastra, tampoco quiere que Ciudadanos acceda a este cargo. La formación naranja esperaba encabezar una comisión, informa Juan Casillas, pero la dirección socialista esgrime su caída a diez escaños como argumento para el veto.
Sí al PNV y a ERC
Esta consideración la pasa Lastra por alto cuando se trata del PNV, que con solo seis escaños volverá a presidir una comisión. Fuentes del PSOE confirman también que ERC, con trece escaños, les ha pedido ostentar una presidencia y que se les concederá el deseo, como en la legislatura pasada.
Exministros
La mayoría de las comisiones parlamentarias recaerá así, como es habitual, en manos del grupo que apoya al Gobierno -en este caso, dos: PSOE y Unidas Podemos-. La intención de los primeros es aprovechar el reparto de cargos en el Congreso para premiar a algunos de los ministros y cargos que han salido del Gobierno.
En este grupo se encuentran los extitulares de las carteras de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio; la de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, o la exsecretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella.
El PSOE copará una parte importante de los votos en las comisiones, con 13. Le siguen el Partido Popular, con nueve; Vox, con cinco y Unidas Podemos, con cuatro. Por su parte, Esquerra Republicana, el Grupo Plural, Ciudadanos, PNV, EH Bildu y el Grupo Mixto contarán con un voto cada uno...
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