Alvarez de Toledo recuerda la «retahíla de plagios» de la tesis de Pedro Sánchez
El PSOE se mostró ayer incapaz de definir a España como una única nación, eso sí, reivindicó las «nacionalidades» de la Constitución. Esta fue una de las cuestiones más polémicas que protagonizaron ayer el bronco debate de los portavoces parlamentarios en televisión. A pesar de que tanto Cayetana Álvarez de Toledo, por el PP, como Inés Arrimadas, por Ciudadanos, acorralaron una y otra vez a la portavoz socialista Adriana Lastra con la pregunta: «¿Cuántas naciones entienden los socialistas que hay en España?», ésta eludió la cuestión con afirmaciones como que «el PSOE defiende la Constitución desde la primera palabra a la última y la pluralidad».
El primer enfrentamiento de los siete grupos parlamentarios en la televisión pública (PSOE, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos, Vox, PNV y ERC), 130 minutos de debate, dejó clara la posición de un Partido Popular que pidió «por favor» a los ciudadanos que «no tiren su voto», ya que «la única oportunidad de que se vaya Sánchez es que gane Pablo Casado las elecciones». Igualmente, Ciudadanos reiteró, una y otra vez, que pactarán con el Partido Popular, en un intento de recuperar el voto perdido, tras la oferta de Rivera de apoyar a Sánchez si hay acuerdos de Estado. Por su parte, Vox intentó hacer frente a la petición de voto útil del PP, afirmando que el único voto para parar a Pedro Sánchez es el que se deposite a favor de esta formación política, que es la única que lo puede hacer.
Cuatro bloques
El debate se desarrolló en torno a cuatro bloques temáticos de 18 minutos cada uno: política territorial, economía, cambio climático y políticas sociales y gobernabilidad. Cada grupo político contaba con cuatro minutos para intervenir.
El primer bloque estuvo protagonizado por la cuestión catalana y el enfrentamiento de Partido Popular y Ciudadanos con el PSOE, al que le pidieron una y otra vez que hablara con claridad sobre cuantas nacionalidades piensa que hay en España. Adriana Lastra, por el PSOE, solo acertó a afirmar que «el PSOE es el partido que defiende íntegramente la Constitución, que reconoce la diversidad y la pluralidad».
El tema catalán también provocó un choque entre Cayetana Álvarez de Toledo e Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, cuando éste le recriminó que Pablo Casado hubiera apostado por apoyar a Pedro Sánchez si éste pactaba una serie de acuerdos de Estado.
La portavoz popular le acusó de «tergiversar» sus palabras y de «no todo vale para ganar votos», a la vez que afirmó que Pedro Sánchez, cuando el «señor Torra le presiona, empieza a hablar de plurinacionalidades». En sus alusiones a Sánchez le recordó la «retahíla de plagios» de su tesis doctoral, desveladas por ABC.
Arrimadas afirmó que los nacionalistas catalanes «no quieren ver ni en pintura a Albert Rivera porque el señor Sánchez lo que quiere hacer es darle la Justicia a Torra, van a dejar que estos señores salgan de prisión. Es un chollo para el separatismo».
Desde ERC, Gabriel Rufián volvió a ofrecer una «mesa de diálogo y negociación» e insistió en que la solución a la cuestión catalana será «multilateral, con instituciones europeas, españolas e internacionales». Una posición, la del diálogo, con la que coincidió la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero.
Finalmente, Vox abogó por «recuperar el control de Cataluña, que se ha perdido de una forma intolerable», con «medidas contundentes y claras».
En el bloque económico, los populares acusaron a los nacionalistas catalanes de «haber llevado la locomotora económica que era Cataluña al desastre» y Cayetana Álvarez de Toledo pidió «prudencia» a los socialistas por su «demagogia barata y por dejar el sistema de pensiones al borde de la quiebra». Lastra le respondió que el PP «lo que hizo fue empobrecer» a los pensionistas.
En el bloque relativo a las políticas sociales, Vox aprovechó para hablar de inmigración, tema que le fue vetado, denunciando las agresiones en la valla de Melilla a la Policía y la Guardia Civil. Por su parte, PSOE, ERC y Podemos le pidieron a Cayetana Álvarez de Toledo que acepte que solo un «sí» explícito significa «sí» en el consentimiento entre hombres y mujeres. La portavoz del PP se reafirmó en su opinión de que «no todo lo que no sea un sí es necesariamente un no» y atacó al PSOE por la afirmación de Carmen Calvo de que el feminismo es de izquierda: «No solo el PSOE protege a las mujeres»...
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