Se ha vendido que las parlamentarias podemitas adelantaban sus vuelos para poder tumbar el decreto del Gobierno de los estibadores. Pero la realidad es distinta: viaje de lujo, gratis total.
Podemos
había puesto toda su maquinaria propagandística, fundamentalmente en
algunos medios y en las redes sociales, para alabar el "gesto" de dos de
sus parlamentarias que adelantaban sus vuelos y suspendían su viaje a
Nueva York para poder estar presentes en la votación para derribar el
Real Decreto del Gobierno regulador de los estibadores. Su voto podría
ser decisivo y tenían que regresar al Congreso de forma acelerada. Así
se había "vendido" ese regreso, como acelerado, cuando en realidad las
dos parlamentarias podemitas habían iniciado su viaje sabiendo con anterioridad la fecha del Pleno en la Cámara Baja.
Un gesto "heróico", al menos así ha tratado de venderse, que esconde una cruda realidad que deja más que en evidencia a Pablo Iglesias, su denuncia de la casta y la renuncia a esos privilegios de la "vieja política". Porque las dos parlamentarias de Podemos, Ángela Rodríguez (En Marea) y Marta Sorlí (Compromís), en compañía de Teresa Jordà (ERC) viajaron a Estados Unidos a todo lujo y con cargo a los fondos públicos.
Las parlamentarias no volaron precisamente en turista, lo hicieron con un billete en business para
poder disfrutar de todas las comodidades a bordo, menú de lujo o cama,
durante el largo vuelo transoceánico. Y, tal y como asegura OKdiario,
las diputadas se alojaron en hotel de cuatro estrellas con traslados y
dietas gratis para participar en la sesión de la Comisión Jurídica y
Social de mujeres que se celebra en la sede de las Naciones Unidas.
Viajaron en una delegación encabezada por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat,
aunque fueron las únicas. El resto de formaciones, conscientes de lo
limitado de la votación, llamaron a filas a sus diputadas. Ninguna de
ellas viajó finalmente: Micaela Navarro y Ángeles Álvarez, por parte del PSOE, las populares Alicia Sánchez-Camacho y Marta González Vázquez, Patricia Reyes y Marta Martín, de Ciudadanos y Mikel Legarda, del PNV. Todos ellos decidieron quedarse en Madrid para votar con sus grupos en el pleno.
Pero ellas que habían viajado a
sabiendas de la votación, vendieron en las redes sociales (y lo hicieron
bien porque fueron elogiados por muchos) su "hazaña" de interrumpir el
viaje y el "estrés" que les habría generado buscar vuelos para llegar a
tiempo a la votación, una gestión de la que además se encarga
directamente el Congreso. De acuerdo a los precios de los vuelos, un
Nueva York-Madrid sin apenas antelación rondaría los 2.000 euros.
Pero los despilfarros no acabaron
ahí. Y es que habían reservado hotel hasta la mañana de este 18 de
marzo, tres días de habitación vacía que ya había sido abonada. Y en
alojamiento en un hotel de lujo, el Grand Hyatt de Manhattan, cuyo precio mínimo es de unos 200-250 euros. El hotel está situado junto a la Grand Central Station, con vistas privilegiadas de la isla.
La habitación más sencilla y
económica tiene 26 metros cuadrados y está equipada con un televisor HD
de pantalla plana, junto a una cadena de música de alta calidad. Las
habitaciones dobles o triples tienen un precio de hasta 553 euros por
noche , dependiendo de la gama de calidad que escogieran las tres
parlamentarias.
También cabe destacar el servicio
que ofrece el hotel a la hora de cenar en su lujoso restaurante de New
York Central, en el que una ensalada césar costaría 13 euros, una sopa
de tomate asado 12 euros o un pescado del día por 31 euros. Los cócteles
en el bar tienen un precio de 16 euros, mientras que las cervezas
pueden llegar a costar hasta 8 euros. El hotel también cuenta con unas
instalaciones de spa de lujo, con unos servicios que pueden pasar de los
242 euros hasta los 354 euros.
http://www.esdiario.com/
MRF
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