Tras reunirse con los miembros de la Ejecutiva Federal que han permanecido a su lado Sánchez dejó claro que no cede y convocó a los militantes a elegir nuevo líder en tres semanas.
Pedro Sánchez no da su brazo a torcer y quiere que los militantes elijan nuevo líder del PSOE en tres semanas. De hecho, termina la reunión de este jueves en Ferraz, la dirección del PSOE convocó
formalmente un Comité Federal para el próximo sábado con el objetivo de
poner fecha al congreso extraordinario que resuelva la crisis interna,
donde propondrá mantener las primarias el 23 de octubre. Así lo hace en
un comunicado en el que insiste en que la Ejecutiva Federal no puede ser
disuelta, tras la dimisión de 17 de sus miembros, y niega así la
posibilidad de que se cree una gestora.
De esta manera, los 16 de los 18 miembros
que permanecen en la dirección y que acudieron este jueves a la reunión
mantienen la hoja de ruta que ya anunció este miércoles el secretario de Organización, César Luena. En
el comunicado, la dirección insiste en que está cumpliendo
"estrictamente los estatutos y normas del partido" y hace "un
llamamiento inequívoco a la serenidad y la calma de todo el partido en
estos momentos inéditos en la vida interna del PSOE", agradeciendo el "comportamiento ejemplar de sus militantes".
Mientras tanto Ferraz sigue convertido en un búnker al que Pedro Sánchez no deja entrar a sus críticos.
La mañana empezó con una multitudinaria comparecencia de la presidenta de la presidenta del Comité Federal, la susanista Verónica Pérez, a las puertas de la sede del partido porque no podía entrar.
Desde allí exigió una reunión inmediata de la Comisión de Ética y Garantías y proclamó: "La única autoridad del PSOE soy yo. Sánchez y sus afines no ocupan ya ningún cargo, les guste o no".
Al final Pérez pudo entrar en Ferraz para entregar el documento en el que solicita la convocatoria de tal órgano y reunirse con el gerente, Gregorio Martinez.
Según reveló el también susanista Antonio Pradas,
el que el miércoles se encargó de entregar las firmas de los dimitidos,
dos guardias de seguridad de Ferraz escoltaron en todo momento a Verónica Pérez.
Entretanto el presidente de Asturias, Javier Fernández, se ha ofrecido para liderar la gestora que exigen los críticos y que ha de guiar el partido hacia un Congreso.
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MRF
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