Tres meses después de que la Comisión Antiviolencia decidiera
proponer para sanción al alcalde de Cádiz, finalmente la Subdelegación
del Gobierno ha tramitado la petición de sanción a José María González
«Kichi» en el mes de junio. Según cuenta La Voz Digital,
se le propone el pago de una multa de 1.500 euros por intentar que un
aficionado que había sido expulsado por la Policía Nacional del Estadio
Carranza en el Cádiz-Racing Ferrol entrara de nuevo, desoyendo así las
claras y reiteradas advertencias que le hicieron los agentes.
La sanción de prohibirle la entrada al recinto deportivo durante tres meses no se propone finalmente dado a que se trata de una autoridad pública y podría impedir el desarrollo normal de su trabajo.
El altercado por el que ha sido denunciado Kichi se remonta al primer partido del play-off de ascenso de la temporada pasada, disputado el pasado 29 de mayo. Tras desatarse una trifulca en el Fondo Sur, donde se suelen ubicar los Brigadas Amarillas, los policías expulsaron a varios aficionados que mantenían una actitud «muy agresiva».
Una vez fueron desalojados, el alcalde salió a intermediar por uno de ellos. Ya en el exterior, y a pesar de la negativa del vigilante de seguridad que se encontraba en la puerta, Kichi llegó a decirle que «se atuviera a las consecuencias», consiguiendo así que le dejara pasar al interior con el joven.
Mientras accedía al recinto, el alcalde desoyó las explicaciones de los policías nacionales encargados de la custodia de la zona de acceso que le advirtieron en todo momento que dicho aficionado había sido expulsado del estadio y que, por tanto, no podía volver a entrar según establece la Ley del Deporte. «Ni se paró. Se comportó con superioridad, con una actitud chulesca», comentaron entonces las fuentes consultadas.
Finalmente, el alcalde llegó a hablar con el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana al mando que se encontraban en el recinto y tras ello y, debido nuevamente a que sus requerimientos «no eran oportunos», tuvo que volver a acompañar al aficionado expulsado a la puerta de salida.
http://www.abc.es/
MRF
La sanción de prohibirle la entrada al recinto deportivo durante tres meses no se propone finalmente dado a que se trata de una autoridad pública y podría impedir el desarrollo normal de su trabajo.
El altercado por el que ha sido denunciado Kichi se remonta al primer partido del play-off de ascenso de la temporada pasada, disputado el pasado 29 de mayo. Tras desatarse una trifulca en el Fondo Sur, donde se suelen ubicar los Brigadas Amarillas, los policías expulsaron a varios aficionados que mantenían una actitud «muy agresiva».
Una vez fueron desalojados, el alcalde salió a intermediar por uno de ellos. Ya en el exterior, y a pesar de la negativa del vigilante de seguridad que se encontraba en la puerta, Kichi llegó a decirle que «se atuviera a las consecuencias», consiguiendo así que le dejara pasar al interior con el joven.
Mientras accedía al recinto, el alcalde desoyó las explicaciones de los policías nacionales encargados de la custodia de la zona de acceso que le advirtieron en todo momento que dicho aficionado había sido expulsado del estadio y que, por tanto, no podía volver a entrar según establece la Ley del Deporte. «Ni se paró. Se comportó con superioridad, con una actitud chulesca», comentaron entonces las fuentes consultadas.
Finalmente, el alcalde llegó a hablar con el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana al mando que se encontraban en el recinto y tras ello y, debido nuevamente a que sus requerimientos «no eran oportunos», tuvo que volver a acompañar al aficionado expulsado a la puerta de salida.
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