El día que ETA mató a cinco niñas para castigar al Gobierno de Felipe González
Aún no había amanecido aquel 11 de diciembre de 1987 cuando la sangre empezó a correr entre los escombros de lacasa-cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Un coche-bomba de ETAhabía acertado en su macabro objetivo: hacer saltar por los aires el edificio para provocar la mayor matanza posible. Asesinó a once personas, cinco de ellas niñas que dormían aquella gris y fría mañana de diciembre. Fue la respuesta que la dirección etarra decidió dar al Gobierno de Felipe González por no atender sus exigencias en las «Conversaciones de Argel».
A las seis de la madrugada, todavía en noche cerrada, el sanguinario «comando itinerante» de ETA cumplía las órdenes que les había transmitido la cúpula de la banda en Francia. Al frente de la bestia etarra estaba en ese momento Francisco Múgica Garmendia «Pakito». Encabezaba una cúpula de la que también formaban parte José María Arregi Erostarbe «Fitipaldi» y José Antonio Urruticoetxea Bentoetxea «Josu Ternera». La investigación determinó que los tres fueron responsables directos de la matanza de Zaragoza, que los tres promovieron directamente el atentado. «Pakito» y «Fitipaldi» fueron detenidos en Bidart (Francia) cinco años después y siguen encarcelados por su actividad criminal, incluida aquella mantanza en la capital aragonesa. Lo mismo quienes integraban el «comando itinerante», los autores materiales de la masacre: los hermanos Henri y Jean Parot, y los también franceses Jacques Esnal y Frederic Haramboure.
De todos los antes citados, el único que no ha respondido ante la Justicia por aquel crimen es «Josu Ternera», que se dio a la fuga en noviembre de 2002, cuando -tras reabrirse el caso contra él- huyó cuando tenía que comparecer.
Aún no había amanecido aquel 11 de diciembre de 1987 cuando la sangre empezó a correr entre los escombros de lacasa-cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Un coche-bomba de ETAhabía acertado en su macabro objetivo: hacer saltar por los aires el edificio para provocar la mayor matanza posible. Asesinó a once personas, cinco de ellas niñas que dormían aquella gris y fría mañana de diciembre. Fue la respuesta que la dirección etarra decidió dar al Gobierno de Felipe González por no atender sus exigencias en las «Conversaciones de Argel».
A las seis de la madrugada, todavía en noche cerrada, el sanguinario «comando itinerante» de ETA cumplía las órdenes que les había transmitido la cúpula de la banda en Francia. Al frente de la bestia etarra estaba en ese momento Francisco Múgica Garmendia «Pakito». Encabezaba una cúpula de la que también formaban parte José María Arregi Erostarbe «Fitipaldi» y José Antonio Urruticoetxea Bentoetxea «Josu Ternera». La investigación determinó que los tres fueron responsables directos de la matanza de Zaragoza, que los tres promovieron directamente el atentado. «Pakito» y «Fitipaldi» fueron detenidos en Bidart (Francia) cinco años después y siguen encarcelados por su actividad criminal, incluida aquella mantanza en la capital aragonesa. Lo mismo quienes integraban el «comando itinerante», los autores materiales de la masacre: los hermanos Henri y Jean Parot, y los también franceses Jacques Esnal y Frederic Haramboure.
De todos los antes citados, el único que no ha respondido ante la Justicia por aquel crimen es «Josu Ternera», que se dio a la fuga en noviembre de 2002, cuando -tras reabrirse el caso contra él- huyó cuando tenía que comparecer.
La desesperada llamada pidiendo ayuda
Dos guardias civiles que realizaban tareas de vigilancia en el exterior de la casa-cuartel detectaron el coche-bomba. Pero no tuvieron tiempo de reaccionar. ETA lo cometió con criminal rapidez. Uno de esos agentes corrió a telefonear a un compañero que descansaba dentro de la casa-cuartel y que estaba especializado en desactivación de explosivos. Este experto descolgó, escuchó su nombre y... nada más, solo un enorme estruendo que anunció la masacre.
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