La familia del guardia que quedó tetrapléjico en 2006, conmocionada tras los hechos de Zaragoza
En la noche del 4 de febrero de 2006 se estima que había unas 1.200 personas en la macro «rave» de la casa okupa de la calle Sant Pere Més Baix, en el centro histórico de Barcelona. La intervención policial para clausurarla acabó en graves disturbios; y un guardia urbano, Juan José Salas, tras el impacto de una piedra, acabó en coma. Tras varios meses en ese estado salió con una tetraplejia y sin capacidad para hablar. Más de diez años después, su familia y él mismo, feliz dentro de todo, tratan de salir adelante. Sin odio ni rencor, su familia, sus hijos, tratan de construir una vida normal, un proceso que no ha sido fácil y que hechos como el de Zaragoza han revivido.
Según ha podido saber este diario, cuando la familia tuvo conocimiento ayer de que a Rodrigo Lanza, uno de los condenados en el caso 4-F, se le acusa de estar implicado en la muerte de un hombre en Zaragoza, revivieron todos los hechos.
Arropar a la familia
Si cuando se emitió el documental «Ciutat morta» vieron cómo sobre los condenados se extendía un manto de comprensión –paralelo al olvido de sus autores respecto a la situación del guardia herido–, ahora sienten que el crimen de Zaragoza, paradójicamente, arroja otra luz sobre esos hechos. Una desgracia, se apunta, que sirve para leer de otra manera otra desgracia, la de 2006 en Sant Pere Més Baix.
La familia de Juan José Salas ni quiere protagonismo ni tiene ánimo de revancha con una sociedad que mientras santificaba a los condenados por el 4-F se olvidaba de la víctima.
Políticos como el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández, han batallado para que esto no fuese así, a la vez que han acompañado siempre a la familia. En 2013, el ministro del Interior, Jorge Fernández, imponía a Juan José la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Rojo. Tras conocerse el crimen de Zaragoza y la implicación de Rodrigo Lanza, el popular Alberto Fernández exigió a la alcaldesaAda Colau que retirara el Premio Ciutat de Barcelona al documental «Ciutat Morta», cinta que llegó a ser emitida por TV3. Fernández pidió a la tele catalana que pida perdón y «emita una información alternativa como compensación». El actual teniente de alcalde Jaume Asens, abogado histórico de okupas, fue uno de los letrados que prestó una primera asistencia a Lanza al ser detenido. Fernández le pidió su dimisión.
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