No estaría de menos, en medio de esta tormenta, saber qué cambios se propone hacer Ciudadanos en la Economía
Somos muchos, me atrevería a decir que muchísimos, los que llevamos años diciendo que el discurso de La Moncloa comete un error mayor al seguir centrándose en exaltar el éxito económico del sexenio -ya casi septenato- de Mariano Rajoy al frente del Gobierno. Sólo los tontos discuten las obviedades. Y cuando algo se convierte en sabido y asumido, recordarlo tiene un valor muy limitado. Yo argumento muchas veces el mérito que tiene el que Europa nos haya librado de las innumerables guerras que se producían en el continente cada siglo. Pero para las nuevas generaciones eso era lo que ocurría en las películas -desgraciadamente ya ni siquiera en los libros, que no leen-. En su vida no hay guerras simplemente porque no las hay. No hace falta mayor explicación.
En estos tiempos en que la realidad evoluciona tan rápido, los réditos económicos de la brillante gestión del Gobierno Rajoy sólo le valieron para lograr una victoria pírrica en 2015 y no fueron el factor clave de su victoria ampliada en la repetición electoral de 2016. El dato relevante en ese momento fue el miedo a Podemos. Y hubo un evidente desencanto con la falta de políticas que el electorado del PP identificara como propias. Pero otros vendrán que bueno te harán.
Esta lumbrera de la cristiandad que responde al nombre de Pedro Sánchez y que fue profesor de Estructura Económica de la Universidad Camilo José Cela (pobre don Camilo) ha logrado con la presentación de su moción de censura, a debatir mañana, que los indicadores económicos entren en barrena. El Ibex-35 cerró ayer perdiendo un 2,49 por ciento y la prima de riesgo estaba en 134 puntos. El pasado jueves por la mañana, antes de que el profesor Sánchez se empeñara en resolver los problemas de los españoles por la vía exprés, esa misma prima de riesgo se encontraba en 91 puntos. Hay alguno que con tanto empeño en salvarnos nos va a decapitar (involuntariamente, claro).
Pero quienes creen (creemos) que el Gobierno hace mal en insistir en el éxito económico de las dos últimas legislaturas -que técnicamente han sido tres- harían bien en fijarse en lo sucedido en las últimas horas porque eso indica a dónde puede ir España con la salida del Gobierno de un PP que ha demostrado una ortodoxia en la gestión de la Economía envidiable por parte de muchos. Y eso a pesar de las políticas socialdemócratas de Montoro. No estaría de menos, en medio de esta tormenta, saber qué cambios se propone hacer Ciudadanos aparte de defender la bandera nacional y el himno (gestos que le aplaudo fervorosamente). La gestión de un país es mucho más que los símbolos. Y en estas horas previas al debate de mañana en el que Sánchez busca su minuto de gloria, me viene a la cabeza aquella frase con la que Bill Clinton derrotó a George Bush padre en las elecciones de 1992: «It’s the economy, stupid!»
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