Si Mireia Boya sorprendió al movimiento independentista alrededor del PDECat y de ERC cuando el miércoles pasado señaló, ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que la declaración unilateral de independencia tenía una «efectividad real» y no solo simbólica, Anna Gabriel, compañera de aquella en la CUP, exdiputada autonómica como Boya e investigada también por el magistrado Llarena, está utilizando una estrategia de defensa que estaría descolocando a los partidos secesionistas y, también, a las defensas de los políticos que están encausados.
Después de varios días de incertidumbre y de saber que Gabriel recaló en Suiza en los últimos días, tras pasar antes por Venezuela -tal y como adelantó ABC-, hoy, a primera hora de la mañana, se ha confirmado en una entrevista concedida en el medio suizo «Le Temps», que no va a volver a España para responder a la petición de comparecencia que tiene en el Supremo.
En cualquier caso, Boya, ayer, volvió a referirse a Gabriel, desde las puertas del Supremo a donde acudió para dar ánimos a Marta Rovira (ERC) y Marta Pascal (PDECat), que declararon ante Llarena, y defendió que la que fuera portavoz de la CUP en el Parlament «no se escabulle de nada» estando en Suiza, una decisión que, desde el punto de vista de los antisistema, permite «internacionalizar» la reclamación secesionista.
Equipo jurídico
Boya, además, indicó que ambas exdiputadas autonómicas comparten la misma estrategia «jurídica, política y comunicativa», y recordó que: «Estamos en la misma organización y nuestro equipo jurídico es el mismo».
De hecho, la comparecencia de Gabriel ante el Alto Tribunal estaba prevista para el mismo día que Boya y se aplazó -a petición de Gabriel- porque su abogado en España, Benet Salellas, exdiputado autonómico también de la CUP tenía otro juicio el miércoles pasado.
Aun así, Boya y Gabriel sí han llevado a cabo vías distintas de afrontar la imputación ante el Supremo, en una causa abierta por llevar a cabo un intento de secesión ilegal contraviniendo los autos del Tribunal Constitucional. Esta, con su reciente viaje a Suiza, confirmaría la intención de ampliar su equipo jurídico acudiendo a los servicios de Olivier Peter (letrado especializado en extradiciones y que en España fue contratado por etarras). Su decisión de no acudir ante el juez Llarena, al margen de su situación procesal, puede afectar al resto de encausados, en tanto que Gabriel es la sexta fugada de la Justicia, tras los casos de Carles Puigdemont, Toni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsatí, en Bélgica tras declarar la independencia el 27 de octubre.
Más allá de la CUP, el PDECat, ERC y Junts per Catalunya (JpC) decidieron, ayer, guardar silencio sobre si la estrategia de Gabriel puede, o no, afectar a sus militantes en la causa. Hoy está prevista la comparecencia de Artur Mas (PDECat), expresidente de la Generalitat, y Neus Lloveras (PDECat), expresidenta de la Associació de Municipis per la Independència (AMI), ante Llarena.
«Sálvese quien pueda»
Al margen de los partidos independentistas, Inés Arrimadas (Cs) afirmó que la situación de Gabriel en Suiza muestra que los líderes separatistas están en el «sálvese quien pueda». La líder de Cs señaló, en rueda de prensa desde Madrid, que: «Los que habían vendido la República (catalana) y que íbamos a ser muy ricos y muy felices al final están huyendo».
Por su parte, Salvador Illa (PSC) defendió que todos los encausados, en cualquier proceso judicial, «deben hacer frente a las consecuencias de sus decisiones» y, por lo tanto, también la exdiputada de la CUP.
Más contundente se mostró Xavier García Albiol (PP). Este tildó de «penúltimo episodio del esperpento» nacionalista que «la cabeza visible» de la CUP «se esconda» en Suiza. Desde Salamanca, Albiol llamó «cobardes» a los independentistas y valoró como algo «gratificante» el «desfile» de dirigentes de ERC, del PDECat y la CUP ante el Tribunal Supremo porque «demuestra que las instituciones funcionan bien»...http://www.abc.es/ MRF
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