La exdirectiva de Matagal afirma que no es necesario el papel que hará Jorge Calleja.
La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, firmó ayer el nombramiento de Jorge Calleja como alcalde de barrio de Cuatrovientos con el objetivo de tener un control más directo de las necesidades de uno de los barrios más populosos y de mayor proyección de la ciudad. «La entidad del barrio y sus propias? necesidades hacían necesario este nombramiento», aseguró la regidora , destacando que esta nueva figura servirá para que «la comunicación entre la Alcaldía y los vecinos del barrio sea más fluida». Para ello, Calleja recogerá las necesidades, sugerencias, quejas, reclamaciones, ideas o proyectos que le planteen los vecinos y las transmitirá a la Alcaldía.
Una decisión que no ha caído bien entre los miembros de la ex- directiva de la asociación vecinal Matagal que, a través de las redes sociales, han criticado «la hipocresía» de Fernández Merayo que «en más de año y medio jamás accedió a reunirse con la directiva de la asociación de vecinos del barrio». «No necesitamos un alcalde de barrio, necesitamos que se nos tome en serio y se nos tenga en cuenta como uno de los barrios más importantes de la ciudad», defendieron, preguntando si este nombramiento va a suponer algún coste a los ciudadanos.
Por su parte, el recién nombrado se ha mostrado muy ilusionado y sí considera que «hacía falta una figura que uniese al barrio con la Alcaldía». Señala, además, que ha venido a recoger las iniciativas de la gente. «Que los vecinos cuenten conmigo porque yo estoy para ayudar».
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El equipo de gobierno del Consejo del Bierzo reclamó ayer a la Diputación provincia que libere más de un millón de euros del plan de pequeñas obras para que las juntas vecinales de la comarca beneficiadas con el reparto de los fondos puedan hacer frente a los pagos. Los socialistas y Coalición por el Bierzo se quejaron en una extensa nota del «incumplimiento del acuerdo de delegación (de 1994), modificado unilateralmente por la Diputación de León», que por primera vez ha denegado el pago del anticipo del 80 por ciento del presupuesto del plan que concedía otros años y ha obligado a que cada pedanía presente certificaciones que acrediten las adjudicaciones de las obras.
El equipo de gobierno del Consejo remitió a la Diputación en noviembre de 2016 hasta 109 certificaciones de adjudicación y 22 justificaciones de inversión por un valor global de 675.016 euros que ya deberían haberse entregado porque la institución provincial «informó favorablemente el abono» antes de acabar el año. Y en los primeros meses de 2017 entregó otras 85 certificaciones y 68 justificaciones hasta sumar un total de 1.164.000 euros del plan de pequeñas obras en el Bierzo (1094 adjudicaciones y 90 justificaciones de inversión en total). Y sin embargo « afecta de hoy se ha recibido ceros euros», explica el equipo que dirige Gerardo Álvarez Courel en la misma nota.
El Consejo insistió en que la demora en recibir el dinero comprometido está dejando en una situación delicada a las juntas vecinales, especialmente en el caso de las 90 justificaciones de inversión por otras ya realizadas y por servicios adquiridos. Las pedanías bercianas estarían sufriendo, de esta forma «un agravio comparativo».
El Consejo entiende que la Diputación podría haber ingresado antes del 30 de diciembre al menos los 675.016 euros de los que informó favorablemente el día 23. «Pero no se hizo y aquí han empezado los agravios comparativos entre las juntas vecinales del resto de la provincia y las pertenecientes a la comarca berciana».
El equipo de gobierno del Consejo hizo ayer público su malestar después de que la última reunión de la Comisión del Servicio de Asistencia a Municipios de la Diputación, celebrada el día 14 de este mes, haya dejado satisfechos a los portavoces del PSOE y de Coalición por el Bierzo. «Según las informaciones facilitadas en la Comisión no se librará el dinero hasta el mes de abril de 2017. Algo a todas luces incomprensible y que deja totalmente desamparado al Consejo Comarcal» y que supone un «incumplimiento» del convenio que regula la delegación de la competencia. Socialistas y bercianistas lamentaron además que la respuesta insatisfactoria de la Diputación en la Comisión vinieran del diputado Alfonso Arias, anterior presidente del Consejo del Bierzo con el PP,
El equipo de Courel también lamenó¿D que la Diputación se haya atribuido ahora una labor fiscalizadora de las pequeñas obras de las pedanías bercianas que le correspondería al Consejo Comarcal. La entidad berciana, insiste la nota, «ostenta la delegación y es el Consejo, y no la Diputación, quien tiene que fiscalizar y controlar la correcta ejecución y justificación de las obras». Socialistas y bercianistas se preguntan por el motivo de la desconfianza de la Diputación. «Hemos funcionado en común muy bien y durante muchos años, y así queremos que siga siendo, pero parece que la Diputación no se fía ahora del Consejo. ¿Por qué?», preguntan.
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MRF
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