ANDALUCÍA, ANTE LA CITA DEL 22-M Los señoritos andaluces no son de plástico_El Ejido, vivero de votos del PP, rompe el tópico sobre el ‘pepero’ andaluz Aquí abunda el dinero, aunque no los hombres ricos ni con pantalón rojo..!veo con tristeza eso que ocurre en Almería, aquí muchos dicen que no nos sentimos andaluces por dar la espalda a la Andalucía política y típica. Si miran la historia reciente podrán observar el abandono de esta provincia por parte de la Junta. Siendo la que más tráficopesado ttenía fue la última (con Jaén) en tener autovía. Las riadas de dinero para la agricultura se quedaban en las zonas de las peonadas y los señoritos DE ERES Y PREJUVILACIONES!!!
Hay un sitio en Andalucía donde crecen con profusión las berenjenas, los pimientos, los calabacines… y los votantes del PP. Es El Ejido (Almería), huerto de Europa y lugar en el que el voto popular es fiel y abundante: un 59,4% del total en los últimos comicios. Pero también uno de los sitios en los que se esfuman los tópicos sobre Andalucía; aquí el PP no es el señorito andaluz, sino el agricultor que presume de espíritu emprendedor y, eso sí, no ve con simpatía a la Junta: «No me siento identificado con tanta subvención».El pepino. Esa es la cuestión. Un pepino en España importa poco ¡lo mismo que un comino! Pero en El Ejido (Almería), el pepino lo es todo. Por eso, estos días, cientos de agricultores los recogen bajo los plásticos con el mismo cuidado con el que Linda Lovelace, garganta profunda, trataba a sus particulares cucumis sativus. «Prueba, prueba. Éstos son los que se comen en Alemania», dice un agricultor. Demasiada sicalipsis al calor de los invernaderos.
Escribir de cocos (ya verán por qué) y pepinos es como hacerlo de ratones y hombres. Una metáfora como otra cualquiera. El Ejido presume de ser el huerto de Europa. Bajo sus 12.500 hectáreas de plástico se cultivan berenjenas, pimientos, calabacines, melones, pepinos (por supuesto)… y votantes del PP. En los últimos comicios andaluces, la formación cosechó un 59,4% del electorado.
Ni Ayn Rand
El imaginario tópico identifica al PP como «el partido de los señoritos». No sería éste el caso de los ejidenses, aunque es cierto, según el concejal Manuel Gómez, que se trata de un pueblo rico. «La agricultura mueve 1.200 millones al año en el pueblo. En los invernaderos trabajan 30.000 personas y en los manipulados (empaque y tratamiento de las frutas y hortalizas), 58.000». El Ejido está lleno de estadísticas, aunque quizás la más célebre es que se trata de la localidad con mayor concentración de sucursales bancarias de España.El dinero abunda en El Ejido aunque no los hombres ricos (la renta media en 2012 era de 12.850 euros) o esos señoritos de patillas y pantalón rojo con el que tradicionalmente se identifica al prototípico pepero. «No hay grandes concentraciones de tierra como en otras regiones de Andalucía. Las 12.500 hectáreas de invernadero están repartidas entre 8.000 agricultores», explica Gómez.
Juan José Martínez (40 años) llega a la tarde derrengado aunque hoy tiene motivos para celebrar: los calabacines han subido. «En Italia se les ha estropeado la cosecha», afirma lacónico mientras María, su mujer, le mira con arrobo. Juan José no tiene nada de señorito aunque sea uno de esos votantes convencidos que el próximo 22 de marzo volverá a confiar en el PP. «Tengo casi dos hectáreas que trabajo con mi esposa y mis dos hijos». ¿Qué hará con la bonanza del calabacín? ¿Unas vacaciones? «¡Qué va! Lo guardaremos para los niños!». ¿Va a votar al PP? «Claro. No me siento identificado con tanta subvención ni con los impuestos (el de sucesiones y el de patrimonio son los que más indignan). Llevo trabajando y endeudándome toda mi vida para tener lo que tengo». Dos hectáreas, aunque cada una valga 300.000 euros.
Y así, en una frase, resume las 1.500 páginas de La rebelión de Atlas, el culebrón que Ayn Rand perpetró para deleite de liberales. La diatriba contra las subvenciones es el discurso habitual del agricultor ejidense. «Nosotros lo que queremos es infraestructuras. Y el PSOE no nos las hace». Siete horas en tren. Billetes de avión prohibitivos. En efecto, es como si el huerto de Europa estuviera en Australia.
El coco de los Rolling
Hace nueve años, Keith Richards se cayó de un cocotero (Mike Jagger se quedó sin voz) y los Rolling Stones tuvieron que cancelar el concierto en El Ejido. Fue un empeño del anterior alcalde, Juan Antonio Enciso Ruiz, del Partido de Almería (PAL), encausado por malversación y blanqueo de capitales. El concierto de los Rolling se celebró al año siguiente aunque con unas «pérdidas de cinco millones», comenta Paco Góngora, actual edil popular. «Cuándo llegué en 2011 me encontré con un agujero de 300 millones. Éramos uno de los ayuntamientos más endeudados de España». Góngora espera ganar con mayoría en los próximos comicios locales. ¿Por qué esta confianza? «El Ejido se ha construido contra la adversidad y el sacrificio. ¡Esto hace 50 años era un desierto! Hay una cultura emprendedora, del esfuerzo y del sacrificio que el Gobierno de Andalucía no comprende. No estamos pendientes de subvenciones sino de la gestión. Y la Junta no ha estado a la altura en muchas ocasiones».Algunos recuerdan la nefasta actuación del Gobierno andaluz durante la crisis «del pepino en 2011». La bacteria E.coli dejó en Alemania 32 muertos. Se dijo que el origen del brote eran precisamente los pepinos españoles (aunque después se descubrió que provenía de Egipto). «La Junta nos dejó tirados y aquí se perdieron muchos millones», remata Martínez, que hoy se siente como un suertudo broker con sus calabacines al alza.
Tomás Elorrieta, líder local del PSOE, cree que ese sentimiento de abandono del que se quejan los ejidenses es «mera propaganda». Dicen que hay colegios sin escaleras de incendios. «Son centros con más de 40 años. Eso podría pasar en cualquier comunidad. Pero la Junta invierte en El Ejido». Pero con dinero de Europa, acotan los agricultores.
El Ejido dejó hace muchos años de ser un pueblo para convertirse en una ciudad de 86.100 habitantes. Hay un andorrano, tres kazajos, 16.000 marroquíes… y así hasta conformar un crisol en el que conviven 100 nacionalidades. El 32% de los ejidenses son inmigrantes pero, dicen, no hay problemas de convivencia. «Ellos están concentrados en las zonas de Las Norias y por la calle Manolo Escobar (la rolling local). Lo del año 2000 fue un hecho aislado. La gente estaba tensa por el asesinato de la chica…», comenta una trabajadora del Ayuntamiento rememorando las imágenes de la jauría humana en el mar de plástico.
Sentimiento murciano
¿Influyen en las elecciones? «Aún no, pues sólo los comunitarios tendrían derecho al voto. Las cosas cambiarán dentro de cuatro años cuando miles de inmigrantes lleguen a la mayoría de edad», dice el socialista Elorrieta. Manolo Martín, estudiante de Finanzas de 22 años, podría ser un indignado pero también votará al PP, «como toda la gente joven de por aquí. Susana sólo es una buena actriz, porque no hace nada. Y luego está lo de los ERE». ¿Y Bárcenas? «Me encantaría que eso no hubiera pasado, pero el PP me sigue pareciendo la mejor de las opciones».Carmen Crespo, número uno de Juanma Moreno Bonilla -«¿quién es ese señor», preguntaba algún votante- por Almería, compite con Esperanza Oña por el apelativo de la Aguirre andaluza. «Susana Díaz no ha apoyado el empuje de la región. Por eso el PP va a volver a ganar las elecciones».
Algunos dicen que no se sienten andaluces y que se deberían haber unido a Murcia y formar otra autonomía. Crespo alucina: «El almeriense se siente andaluz pero cree que no le entienden ni le apoyan. Aquí faltan hospitales, carreteras, colegios…».
El sol se pone en el mar de plástico. Los agricultores se levantan al alba. Los pepinos importan
http://www.elmundo.es/
MRF
No hay comentarios:
Publicar un comentario