La brigada de la corrección política ha puesto el grito en el cielo por la detención preventiva de norteafricanos para impedir violaciones y robos como los registrados la Nochevieja de Colonia de 2015.
Europa: oculta su feminismo para no ofender al Islam Semejante impostura en Alemania esconde una perversa lógica política: desbancar del poder a Merkel
violaciones y robos como los registrados la Nochevieja de Colonia de 2015.
Los mismos que se dan codazos por aparecer en la foto del minuto de silencio cada vez que una mujer es asesinada por violencia de género, ahora critican que la prevención de abusos sexuales haya ido demasiado lejos.
A estos maestros en la pedagogía del sentimentalismo también les ha escandalizado que la Policía haya llamado "nafris" a los detenidos. Normal en quienes han sido adiestrados en los terrenos semánticos de la empatía, la solidaridad y el diálogo como panacea.
Semejante impostura esconde una perversa lógica política. La izquierda green alemana, crecida ante los bandazos de Angela Merkel en el debate migratorio, oculta sus banderas feministas porque sabe la canciller está acorralada por sus errores en política migratoria.
Si defiende a las mujeres alemanas de las violaciones de extranjeros, los comisarios de la empatía la acusarán de racista. Si se queda de brazos cruzados, la extrema derecha dirá que protege a los refugiados.
Por eso la izquierda se frota las manos, consciente de que la canciller está entre la espada y la pared, que su generosa política de asilo a los refugiados ha espantado al electorado de centro-derecha y aprovecha hasta el más mínimo pestañeo policial para denunciar aquelarres fascistas en la Casa Konrad Adenauer, la sede de la CDU.
Saben que la Policía alemana cometió inaceptables errores que dejaron a cientos de mujeres sin protección de seguridad pero les cunde más agitar los complejos incurables de la CDU con el nazismo, más cuando está hundida en las encuestas tras haber perdido Berlín a manos de un Frente Popular formado por socialdemócratas, verdes y comunistas en 2015.
Natalia Pastor @NataliaPastor
Así estaba
la plaza de Colonia ayer en la Nochevieja después de los asaltos,el
terror y las violaciones del año pasado. Desierta.
¿Por qué? Por dos razones: porque los depredadores sexuales eran en su mayoría musulmanes magrebíes y porque porque la Policía destinó muy pocos efectivos para la vigilancia del lugar, dejando a las mujeres solas antes sus violadores.
El intento de quemar vivo a un indigente por parte de seis sirios y un libanés, todos ellos llegados a Alemania entre 2014 y 2016 y registrados como solicitantes de asilo, sumado a la masacre del mercadillo navideño de Berlín han obligado a Merkel a despojarse de su imagen de ‘madre protectora' que tantos éxitos electorales le dio en el pasado.
Desde que estalló la crisis de refugiados, cada cita con las urnas de la CDU se ha saldado con una catástrofe. Enfrente tiene el envite de los ultraconservadores de AfD y los comunistas de Die Linke, que vienen dando pasos triunfales en las urnas seguidos de Los Verdes.
Es tal su militancia, que los brigadistas del talante han llegado a teñir con sus utopías multiculturales nada menos que unas salvajes agresiones a mujeres indefensas. Y mucho cuidado con criticar el trato denigrante a la mujer en el Islam, que el subdirector de El País entra en cólera.--La infame portada de El País sobre Turquía y la ardiente defensa del Islam de su subdirector--
"Nos hubiera ido mucho mejor si los Reyes Católicos no hubieran reconquistado Granada, ahorrándonos esa parafernalia de rancio patrioterismo fascista", lamentan los de Podemos, expertos en cortorsiones ideológicas, vistiendo camisetas con la imagen de un maltratador. A los feministas, ni se les oye. Hoy no conviene.
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MRF
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