La socialista María Chivite ya tiene todas las bendiciones para que el viernes sea proclamada presidenta del Gobierno de Navarra. Tras la aprobación de su investidura por parte de los partidos que, sobre el papel, serán los socios, PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda Ezkerra, la militancia de Bildu ha decidido que sus parlamentarios otorguen sus votos en forma de abstención, imprescindibles para que la candidata socialista se haga con el Gobierno.
Según ha informado esta mañana el portavoz de Bildu, Adolfo Aráiz, el 75 por ciento de los inscritos en Bildu que han participado en la convocatoria han votado a favor de que la abstención lleve al poder a María Chivite. El 25 por ciento se han mostrado contrarios. En la convocatoria han participado en total 1.909 personas, el 73 por ciento de los 2.600 inscritos. De ellas, 1.432 han votado a favor de la abstención y 477 en contra.
Según ha explicado el dirigente de Bildu, Adolfo Aráiz, en la primera votación, la de mañana jueves, para la que María Chivite necesitaría mayoría absoluta, sus 7 parlamentarios votarán en contra. En la segunda votación, que tendrá lugar el viernes por la noche y para la que bastarán más «síes» que «noes», cinco de sus parlamentarios se abstendrán y dos votarán en contra. De esta forma, no solo permiten la presidencia de Chivite, sino que, al mismo tiempo, penderá sobre el nuevo Gobierno el recuerdo de esa dependencia de Bildu.
Votos imprescindibles
De esta manera, Bildu garantiza que la socialista María Chivite será elegida presidenta del Gobierno de Navarra con el voto favorable de nacionalistas y podemitas, pero con el imprescindible visto bueno y control de Bildu. El propio Adolfo Aráiz ha explicado que «nuestros votos van a ser y serán determinantes para que las políticas del próximo Gobierno puedan salir adelante».
La propia formación abertzale explicó el pasado sábado, cuando su dirección apostó por la abstención, que la clave que les había llevado a tomar esa decisión era la «capacidad para condicionar e incidir en las políticas del Gobierno, ya que necesitaría nuestros votos en cada una de las cuestiones que quieran sacar adelante a lo largo de la legislatura».
Por más que los socialistas navarros hayan negado por activa y por pasiva cualquier reunión, negociación o acuerdo con Bildu, la dependencia de sus votos sigue siendo la misma. Y la propia formación abertzale explicó que no sólo sus votos serán imprescindibles para aprobar cualquier ley, sino que los socios que gobernarán con María Chivite ya les consideran «socios prioritarios», lo que les convierte en parte esencial del Gobierno de Navarra, aunque no entren en él
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