El Ejecutivo huye de la provocación del presidente catalán, que llamó a «atacar al Estado» frente a la cárcel
PP y Cs denuncian la afrenta, Casado exige a Sánchez que «responda» y el PSC elude «entrar en controversias»
El Gobierno ha optado por hacer oídos sordos a las amenazas del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que el viernes por la noche empañaron la jornada de recuerdo a las víctimas de los atentados yihadistas de hace un año en Barcelona y Cambrils. Torra llamó a «atacar al Estado» en un acto del independentismo frente a la cárcel de Lledoners, pero el equipo de Pedro Sánchez evitó entrar en la provación y guardó silencio para no emponzoñar el homenaje, explicaron desde La Moncloa.
El Ejecutivo envió ayer a Cambrils a dos ministras, la responsable de Política Territorial e interlocutora principal con la Generalitat, Meritxell Batet, y la titular de Industria, Reyes Maroto. Ninguna tomó la palabra, tampoco para replicar la última bravuconada del presidente catalán.
«No es un acto político»
La consigna de Presidencia fue mantener un perfil bajo, sin declaraciones, evitando el fuego cruzado con Torra en el aniversario del 17-A. «No es el día. Es un aniversario de un atentado terorista y se han celebrado actos en recuerdo y homenaje a las víctimas. Las ministras no han asistido a un acto político. No se trata de si el Gobierno responde o no», señaló un portavoz del Ejecutivo socialista, que sigue en parte la estrategia del anterior gobierno de Mariano Rajoy, que aunque sí deploró el discurso incendiario de los gobernantes separatistas, reconoció que mientras sea en el terreno declarativo no hay margen para actuar.
Lo cierto es que la tregua por el aniversario de los atentados del 17-A, si es que la hubo, duró poco: lo que tardó el presidente de la Generalitat en subirse al coche oficial y poner rumbo a la prisión de Lledoners (Barcelona), donde la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmniun Cultural habían convocado su propio homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado 17 de agosto. Un tributo que, sin embargo no fue tal: hubo menciones a fallecidos y familiares, pero el objetivo de la concentración era otro: reivindicar la figura del exconsejero de Interior, Quim Forn, encarcelado de manera provisional por su papel en el «procés», y cargar contra el Rey y contra el juez del Supremo, Pablo Llarena.
«No vamos a defendernos, vamos a atacar a este Estado injusto», dijo Torra en su particular homenaje a los políticos presos. «Debemos iniciar una marcha para recuperar los derechos civiles y políticos de este país hasta que sea efectiva la república», insistió.
Atrás quedaban las ofrendas florales, las lágrimas de los familiares de los víctimas y el acto en plaza Cataluña al que asistieron el Rey, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el propio Torra. En la inauguración de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona, en junio, Torra ya optó por una fórmula contradictoria para escenificar lo que él mismo anunció como ruptura de relaciones con la Casa Real: no acudió a recibir al Jefe del Estado, pero sí que le saludó y compartió palco con él y con Sánchez. El viernes, Torra dejó claro que no quería estar al lado de Felipe VI así que, para desquitarse, viajó a Lledoners para animar a «atacar al Estado». El propio Torra matizó ayer en TV3, que la frase polémica la habría sacado de la carta que el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, envió a los socios con motivo de sus 300 días en prisión. Pero la diferencia es notable: mientras que Cuixart abogaba por «acusar» al Estado, Torra optó por una interpretación más categórica. «No vamos a defendernos, vamos a atacar a este Estado injusto», dijo.
PP y Cs exigieron al Gobierno una réplica a la altura. El presidente popular, Pablo Casado, exigió en Cambrils a la Generalitat que «deje de amenazar a las instituciones» y reclamó a Sánchez que «no solo defienda sino que también explique como va a responder a esas amenazas» con mecanismos jurídicos, constitucionales y administrativos. «No vamos a tolerar ese tipo de manifestaciones».
La diputada de Cs Lorena Roldán advirtió a Sánchez de que se está «equivocando de aliados» y lamentó que Torra haya aprovechado el dolor de las víctimas «incluso para decir abiertamente que hay que atacar al Estado».
El secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, eludió el último desafío de Torra, señalando, como el Gobierno, que era un día para homenajear a las víctimas. Su partido, dijo, «no va a entrar en ningún tipo de controversia»....https://www.abc.es/ MRF
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