El gasto no alcanza los 400 euros por sepelio, lejos de los 3.000 que cuesta un funeral básico.
No todo el mundo puede afrontar los gastos de un entierro. Por ello, cuando alguien sin recursos o perteneciente a una familia sin ellos fallece, es el Ayuntamiento de Ponferrada el que se hace cargo del sepelio, previo informe de los servicios sociales municipales. Lo que la Concejalía de Bienestar Social cubre son los gastos mínimos. No hay grandes fastos, ni flores, ni música, ni esquelas en los medios de comunicación; el funeral se reduce a la mínima expresión, pero es una obligación de la administración local, según establece el artículo 9 del Reglamento de Policía Mortuoria, que data de 1974. En Ponferrada, se registran una media de dos servicios funerarios de beneficencia al año. Han sido 22 en la última década, según los datos facilitados por Bienestar Social.
A diferencia de las grandes ciudades, como Barcelona o Zaragoza, donde el número de entierros de beneficencia se han incrementado notablemente como consecuencia de la crisis —hasta el doble en el primer caso—, en la capital berciana la cifra se ha mantenido más o menos estable, incluso a la baja. Así, si en 2015, 2016 y 2017 fueron tres los sepelios de este tipo, en lo que va de año se ha registrado un único caso.
«Cuando se produce un fallecimiento y o bien nadie se hace cargo del cadáver o bien la familia no dispone de recursos para hacer frente a los gastos de sepelio, son los servicios sociales municipales los que afrontan el gasto, explicaron fuentes del área de Bienestar Social. Lo que cubre es lo imprescindible: un ataúd y el nicho en el cementerio, además de dejar de percibir lo correspondiente a las tasas administrativas que se abonan en cada entierro, tal y como viene recogido en la ordenanza reguladora de la tasa del cementerio, que establece que «estarán exentos los servicios que se presten con ocasión de los enterramientos de los asilados procedentes de la beneficencia, siempre que la conducción se verifique y sin ninguna pompa fúnebre que sea costeada por la familia de los fallecidos». El mismo artículo incluye entre las exenciones «los enterramientos de los cadáveres de pobres de solemnidad».
El resto de gastos que puedan derivarse de un fallecimiento, como por ejemplo el servicio religioso y el transporte corren por cuenta, en este caso, del cura y de la empresa funeraria, con la que se establecen convenios para cubrir los sepelios de beneficencia. «Estamos hablando de un servicio muy básico, con gastos reducidos que no alcanzan los 400 euros», explicaron fuentes del tanatorio La Encina de Ponferrada. Una cifra muy alejada de los 2.500 o 3.000 euros que viene costando un entierro normal. La cantidad, lógicamente, puede incrementarse considerablemente en función de los servicios que la familia quiera contratar.
Que en los tiempos que corren y teniendo en cuenta la situación económica crítica que sufren algunas familias, los entierros por beneficencia no se hayan incrementado en mayor medida también está ligado a los seguros de decesos que la gran mayoría de las familias tiene contratados. Se trata de una generación que ha abonado, casi como una tradición, un seguro funerario y esto —según recoge un informe de Mapfre— «ofrece la tranquilidad de que será la compañía de seguros la que se hará cargo de todo el papeleo, además del coste económico de un entierro».
En caso de que el fallecido no tenga recursos económicos y ni familia que pueda hacerse cargo de su entierro, es el hospital o el juzgado el que pone el caso en conocimiento de la empresa funeraria, que posteriormente lo comunica al Ayuntamiento. Si lo que sucede es que, aún teniendo familia, este alega no disponer de recursos económicos suficientes ni seguro para afrontar los gastos de un funeral, entonces ésta tiene que demostrar dicha insolvencia. Un trabajador social se encarga de ello., la Diputación de León se haría cargo de ello.
Peñalba -
La pedanía desconfía de la ruta por el Alto de la Cruz y suspende la Fiesta Mozárabe.
Reconocen que es una peticion «dolorosa», pero no les queda más remedio que hacerla en vista los problemas de acceso están creando los constantes desprendimientos de terreno en la carretera principal, cortada al tráfico de forma indefinida por la Diputación de León por cuestiones de seguridad, y en la pista de San Cristóbal que solía usarse como alternativa. La Junta Vecinal de Peñalba de Santiago ha pedido al Ayuntamiento de Ponferrada que desvincule a la población de la Asociación de Pueblos más bonitos de España «por no reunir ya los más elementales principios de sus estatutos referidos a accesibilidad, comunicaciones y prestación de servicios a los visitantes», aseguran en una nota.
La pedanía no se fía de la pista del Alto de la Cruz, ahora mismo el único acceso que conduce a la localidad, «por no reunir las suficientes garantías técnicas y de seguridad para quienes la transiten» y no está dispuesta a asumir «las consecuencias que pudieran derivarse» de su uso».
Por eso han decidido suspender la celebración de todas las actividades previstas para este verano en la localidad, empezando por la Fiesta Mozárabe con la que vienen recreando la entrega de la Cruz.
De la misma forma, solicitan al Ayuntamiento de Ponferrada que no sólo desvincule a la localidad de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España, sino que suspenda toda promoción turística de la localidad emblemática de la Tebaida berciana «pues daría pie a una publicidad engañosa y, en el peor de los casos a incidentes de gravedad en los que se atreviesen a llegar hasta nuestra localidad», añaden en la misma nota.
La pedanía agradece a los servicios de emergencia como la Policía Municipal, los bomberos, Protección Civil y la Diputación «que han estado a nuestro lado en todo momento sin importar la hora» cada vez que se ha producido un nuevo desprendimiento de terreno.
OSO
El 80% los participantes en el curso de avistamiento de osos son de zonas protegidas, muestra de que el interés por aprovechar su potencial va en aumento.
Los cursos organizados por la Fundación Oso Pardo (FOP) y Bierzo Enoturismo para formar al sector turístico en el avistamiento de osos como recurso de atracción de visitantes concluyen esta semana en León después de haber reunido a más de medio centenar de participantes, la gran mayoría residentes en zonas rurales y protegidas, lo que demuestra «el interés creciente en el tema dentro del propio territorio», destacaron fuentes de la FOP.
Lejos quedan los tiempos en los que los osos eran perseguidos. La población ha crecido enormemente en el Alto Sil, que se ha consolidado como zona de cría, y los habitantes del entorno no sólo han ganado conciencia, sino que también se han percatado de las posibilidades económicas que los osos ofrecen, desde un punto de vista turístico, para los municipios de Villablino, Palacios y Páramo del Sil, que han sido los emplazamientos en los que se han realizado, hasta ahora, los cursos.
«La gente ha participado mucho, se han generado charlas de debate, en función de sus perfiles e intereses, sobre la coexistencia entre las actividades turísticas y la conservación del oso, de su entorno y del patrimonio local. Y todos los participantes han valorado muy positivamente el desarrollo y los contenidos del curso», destacaron fuentes de la Fundación Oso Pardo, que subrayaron también el valor que han tenido estos cursos para impulsar el inicio de actividad económica ligada al avistamiento de osos pardo, ya que algunos de los participantes han manifestado su intención de poner en marcha algún negocio.
De hecho, la mayor de los participantes en los cursos sobre el avistamiento de osos que se han celebrado son personas en activo que trabajar por cuenta ajena y piensan en emprender.
http://www.diariodeleon.es/ MRF
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