La apreciación del crudo provoca que el Ejecutivo estime que los jubilados perderán poder adquisitivo pese al alza del 1,6% en las nóminas
Las pensiones subirán este año a su mayor nivel en ocho años: el pasado viernes, los más de 8,7 millones de pensionistas recibieron una paga única con los atrasos del incremento recogido en los Presupuestos con carácter retroactivo desde el 1 de enero. Un 1,6% y un 3% para las mínimas, del que el 0,25% ya fue adelantado en enero. Pese a ello, los jubilados perderán poder adquisitivo este año ya que la inflación acelerará por encima de este nivel debido al encarecimiento del petróleo en los últimos meses. El consenso de analistas y organismos recabado por Funcas coincide en que la inflación crecerá este año un 1,7%, una décima más de lo que se incrementarán las pensiones, mientras que el año que viene señala que aumentarán al mismo ritmo, un 1,6%. Incluso elGobierno, en su último cuadro macroeconómico, contempla que los precios crecerán más de lo que se revalorizarán las prestaciones.
En las nuevas estimaciones del Ejecutivo, una de las mayores revisiones al alza corresponde a los precios. Economía no realiza previsiones de IPC pero sí del deflactor del consumo privado, y este sube al 1,7%, tres décimas más de lo que recogía el Programa de Estabilidad de mayo, mientras que para el año que viene se prevé un 1,6%. Mientras el IPC mide la evolución de los precios de la cesta de bienes y servicios de mayor importancia para las familias, el deflactor de consumo privado también recoge la demanda de las empresas y añade más referencias. Sin embargo, ambos indicadores suelen ir alineados.
La razón de que el Ejecutivo haya incluido este crecimiento de los precios en su cuadro es la apreciación del petróleo. En lo que va de año, el barril de Brent se ha revalorizado un 12%, hasta el entorno de los 74 dólares, lo que supone un 40,7% más que hace un año y un 76% más que hace dos. El Ministerio de Economía estima que el barril de Brent tendrá un precio medio este año de 74,5 dólares, un 10% más que en los anteriores pronósticos de mayo, mientras que para 2019 las ha revisado aún más, un 15% de incremento, hasta los 73,5 dólares.
España depende fuertemente de las oscilaciones del precio del petróleo, si bien, como recoge un reciente estudio del Banco de España, esta vulnerabilidad ha bajado en los últimos años. Pese a todo, nuestro país importa el 99% del crudo que consume.
Junto a este factor, el Banco de España también señaló en su último informe sobre previsiones de la economía española que el inicio del despertar de los salarios también empujaría al alza. El crecimiento salarial medio pactado en convenio colectivo hasta mayo rozó el 1,6%, una décima más que en el trimestre anterior.
Asimismo, comenzará a dejarse sentir el acuerdo entre agentes sociales para que los sueldos repunten entre un 2 y un 3% cada año hasta 2020. Al crecer la renta salarial, también aumentan los precios: sin ir más lejos, en el Programa de Estabilidad, el Gobierno de Rajoy contemplaba un aumento de la retribución media por asalariado del 1,2% para 2018, frente al 0,14% que crecieron el año pasado.
Funcionarios, un 1,75%
Por ello, de media los trabajadores también perderán poder adquisitivo. Toda vez que los empleados públicos tendrán un aumento retributivo este año de algo menos del 1,75%, a lo que se le pueden sumar otro 0,2% en fondos de masa salarial que cada departamento decidirá según variables como productividad o equiparación.
Precisamente, el INE publicará hoy el IPC de julio, que constatará esta situación. En junio la inflación alcanzó el 2,3%, su nivel más alto en 14 meses. Desde la reforma de 2013, los pensionistas solo perdieron poder adquisitivo cuando sus prestaciones se revalorizaron un 0,25% y el IPC lo hizo un 2%. El Gobierno del PP pactó con el PNVaumentar las pensiones igual que el IPC, un 1,6% para arrancarles el apoyo a los Presupuestos de 2018, pero las previsiones de mayo ahora son papel mojado ante el imparable alza del crudo.
El IPC como fórmula de revalorización
Por otra parte, todos los grupos están de acuerdo en volver a utilizar el IPC como referencia y mantener así el poder de compra de los jubilados. Además, sus señorías han dejado la puerta abierta en el Pacto de Toledo a subir más en los años de gran crecimiento empleando para ello los indicadores que acuerden los agentes sociales.
Pero el acuerdo de revalorización no está cerrado. Los grupos aún no han acordado la actualización en años de recesión. La propuesta del portavoz del PDECat, Carles Campuzano, la base sobre la que negocia el Congreso, es que en estos periodos de crisis solo suban las pensiones más bajas. El PP y Ciudadanos respaldan esta opinión, pero el PSOE y Unidos Podemos se mantienen firmes en el IPC todos los años y para todos....https://www.abc.es/ MRF
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