La alcaldesa se reúne con Uminsa y los sindicatos y pide ayuda al Gobierno central.
Fabero se quedará sin mineros en 2019 si nadie hace algo para remediarlo. Es el mensaje alarmante que ayer transmitió la aldaldesa del municipio, la socialista Mari Paz Martínez, después de reunirse con responsables de la empresa Uminsa y de los sindicatos para analizar el inminete cierre del cielo abierto de la Gran Corta, en vista de que la central térmica de Endesa en Cubillos ya no va adquirir más carbón, y la pérdida de los últimos 50 mineros de la cuenca.
La alcaldesa recordó en una nota que Uminsa tenía tres mil mineros en el año 2011 y en la actualidad no pasan de doscientos, cincuenta de ellos en la Gran Corta de Fabero. La regidora, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras y la propia Uminsa instaron al Gobierno «a que se tomen las medidas necesarias dirigidas a dar solución al grave problema que se presenta y que afecta tanto al empleo minero directo como al del conjunto del municipio».
La regidora se refirió a los planes del nuevo Ministerio de Transición Ecológica, que no apuesta por el carbón, pero defiende «una transición justa» del modelo energético que no abandone a las cuencas minerras a su suerte. «Una transición para que se considere justa tiene que garantizar, entre otras, la seguridad y estabilidad del empleo de los mineros, una política de inversiones creíble y real que atraiga a empresas e industrias a las cuencas mineras, así como una garantía de respaldo a la generación de energía de las renovables que a entender de todos los reunidos lo puede y lo debe hacer el carbón autóctono tanto por cuestiones económicas como sociales y territoriales», afirmó Martínez, alarmada por la posibilidad de que Fabero se quede sin actividad minera.
Forestalia
Las máquinas seguían ayer moviendo tierra en el polígono del Bayo, junto a Tvitec.
La construcción de la planta de producción eléctrica con biomasa que promueve la empresa Fuerzas Energéticas del Sur de Europa I, S.L. (Forestalia) en el macropolígono del Bayo (Cubillos del Sil) está cada vez más cerca. Ayer se conocía que acaba de pasar uno de los últimos trámites administrativos de la Junta de Castilla y León, el del impacto ambiental con dictamen favorable. La autorización llega con la revisión de las alegaciones presentadas, la especificación de una serie de actuaciones por parte de la empresa y la posibilidad de interponer recurso de alzada en el plazo de un mes, dado que no está agotada la vía administrativa.
El proyecto que ha recibido el visto bueno de servicio territorial de Economía especifica que el sistema de recepción, tratamiento y alimentación de biomasa es «leñosa y herbácea», formado por dos básculas de sobresuelo, un piso móvil de recepción de astillas y 3 puentes grúa automáticos, para descarga de camiones de pacas y carga de las mismas al transportador de alimentación a caldera. Incluye una caldera de parrilla, con todos sus equipos auxiliares, para combustión de biomasa con doble sistema de alimentación de la misma, para producir vapor sobrecalentado. «El agua de alimentación entrará al economizador de caldera, el combustible auxiliar para el arranque y otras condiciones de servicio, será gas natural. La caldera será de tipo vertical acuotubular con pared de membrana de tubos y de circulación natural, diseñada para la generación de vapor sobrecalentado mediante la combustión de biomasa en parrilla y la posterior recuperación de calor de los gases», indica el proyecto.
Incorpora sistema de depuración de gases «con todos sus equipos auxiliares y sistema de tratamiento de gases requeridos para cumplir los límites de emisiones exigidos por la legislación para plantas de combustión de biomasa de más de 50 MW térmicos, incluyendo equipo de medición de emisiones en continuo y chimenea de 80 metros de altura».
Plantea también «un generador eléctrico de 49,9 MW, 11 KV, de tipo síncrono trifásico y de rotor liso, la refrigeración del mismo será por agua, accionado por una turbina de vapor, un reductor y los sistemas auxiliares correspondientes». Se explica que el vapor en el escape de la turbina se enviará a un condensador refrigerado por agua para su condensación. En la turbina de vapor se introduce el vapor generado en la caldera de biomasa a las condiciones de 128 bar y 538 grados centígrados.
También se pone en marcha una «subestación eléctrica de intemperie 11/132 KV, con configuración de línea de salida» y se habilita una «línea subterránea de evacuación, de 132 KV, que parte de la subestación transformadora de la planta de biomasa y termina en el parque de 132 KV de la subestación Compostilla II, propiedad de Endesa, con una longitud aproximada de 4.790 metros, trifásica de simple circuito».
Se especifica que para el aporte de aguas de refrigeración y de proceso se tomará el agua del embalse de Bárcena, en el mismo punto de captación existente y en funcionamiento que es utilizado por la Mancomunidad de Municipios del Agua del Bierzo. La longitud de la conducción será de 5,3 kilómetros.
Ponferrada.
En su trabajo, las alumnas ganadoras hicieron un recorrido por la bandera española desde la presencia de los íberos en la Península Ibérica hasta la actualidad
El Instituto de Educación Secundaria Europa de Ponferrada resultó ganador del Premio Regional de la modalidad de Enseñanza Escolar de los Premios Ejército 2018, según consideraron los miembros del jurado constituido en el Cuartel General de la Fuerza Logística Operativa en La Coruña.
El trabajo fue realizado por las alumnas Patricia Fernández García y Patricia Menéndez Lobato, estudiantes de segundo de Bachillerato del citado centro escolar, quienes participaron en la categoría C de la modalidad de Enseñanza Escolar de los Premios Ejército 2018. El trabajo ganador fue coordinado por su profesor de Historia, Diego Castro Franco, y lleva por título ‘175 Aniversario de la Bandera de Todos’.
En su trabajo, las estudiantes del IES Europa plasmaron un recorrido sobre la Enseña Nacional desde la presencia de los íberos en la Península Ibérica hasta la actualidad. Historia que comienza con las banderas de guerra de San Isidoro y Alfonso X; las banderas de los Austrias y los Borbones hasta Carlos III, quien cambió las banderas de los buques de la Armada por los actuales colores; la Guerra de Independencia; la Reina Isabel II quien promulgó el uso de los colores rojo y gualda al Ejército de Tierra; los reinados de Alfonso XII y XIII; la dictadura del general Franco y la Enseña actual que fue aprobada en 1981.
También se hace mención al 175 aniversario que cumplirá la Bandera en el mes de octubre, haciendo un apartado a las páginas heroicas de nuestra Enseña, así como su presencia en las Misiones de Paz y Humanitarias en las que participa el Ejército de Tierra.
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