No Al Olvido

lunes, 10 de julio de 2017

.Una foto infame del álbum privado de Podemos acorrala a Manuela Carmena .La izquierda y Cataluña...El PSOE y Podemos alimentan el desafío soberanista con una actitud sorprendente: ponen más peros al cumplimiento estricto de la ley que a quienes, pese al esfuerzo de España, se la saltan. !!!!

Peor que su decisión de no colgar una pancarta en memoria de Miguel Ángel Blanco han sido sus explicaciones, que han hecho estallar incluso a Marimar Blanco, poco amiga de las polémicas.
La responsable de que el 20 aniversario de la muerte de Miguel Ángel Blanco haya derivado en un enfrentamiento político tiene nombre y apellidos: Manuela Carmena Castrillo.
La alcaldesa de Madrid ha generado una polémica absurda al negarse a colocar una pancarta en recuerdo del joven concejal del PP de Ermua; pero más allá del gesto en sí peor han sido las explicaciones.

Carmena insistió este lunes en que no hay pancarta "para no hacer una situación de menosprecio de unas víctimas en relación a otras", cuando víctimas como Maite Pagazaurtundua -ETA mató a su hermano Joseba- fueron las primeras en recordarle que Blanco ha sido, es y será un símbolo.
Marimar Blanco, poco amiga de las polémicas, esta vez ha estallado ante el "sectarismo" -en palabras de varios dirigentes del PP- de Ahora Madrid, que entre otros alberga en su equipo de gobierno a un concejal -Guillermo Zapata- capaz de hacer bromas con el atentado que dejó sin piernas a Irene Villa. 
Durante un homenaje a las puertas de la sede del PP, y debajo de una pancarta en la que se leía Sigues dejando huella, la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco dio a Carmena, a Ahora Madrid y a Podemos una lección de integridad. 
Marimar Blanco recordó a todos ellos que Pablo Iglesias y algunos otros diputados morados no tuvieron tantos complejos para reunirse en el Congreso con familiares de los ocho detenidos en Alsasua por dar una paliza a dos guardias civiles y sus novias. 
Ocurrió en marzo y, aunque Podemos ocultó aquella foto de la infamia y se la guardó para su álbum privado, ESdiario la publicó días después en exclusiva. En ella el líder de Podemos y sus diputadas Ione Belarra (por Navarra) y Nagua Alba (Vizcaya) posaban sonrientes junto a los familiares de aquellos para los que la Fiscalía de la Audiencia Nacional acaba de pedir penas de cárcel que suman 350 años por lesiones terroristas.

Hasta Podemos se ha puesto de perfil con la ofensa gratuita de Carmena a la memoria de Miguel Ángel Blanco. Su secretario de Organización, Pablo Echenique, se quitó de en medio este lunes al señalar que eso son cosas "que tienen que decidir los grupos municipales". 
La polémica ha salpicado también al PSOE, con cuya inestimable ayuda gobierna Carmena. La presidenta del partido, Cristina Narbona, no sabía dónde meterse cuando en Ferraz los periodistas le preguntaron hasta en cuatro ocasiones por la decisión de su protegida en el Ayuntamiento de Madrid.
Narbona comenzó diciendo que todas las víctimas "tienen el mismo derecho a ser reconocidas" -la tesis de Carmena- para acabar reconociendo que Miguel Ángel Blanco "merece un reconocimiento".
A pesar de los impedimentos que Ahora Madrid está poniendo, el joven concejal de Ermua tendrá pancarta en Madrid. Concretamente en la Plaza de la Villa, donde se encuentran las oficinas del grupo municipal del PP. Así que Manuela Carmena no va a salirse con la suya.
Es más. A última hora de la tarde la alcaldesa reculó a medias y el Ayuntamiento emitió un comunicado convocando una concentración el miércoles; eso sí, en recuerdo de todas las víctimas y arrastrada por la convocatoria global promovida por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
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Por alguna extravagante razón, a la izquierda española moderna le cuesta mucho más ponerse del lado de la legalidad constitucional que ella misma contribuyóa crear y fortalecer que, paradójicamente, de quienes hacen lo imposible por pervertirla.
Si el PSOE de Pedro Sánchez tiene la reiterada costumbre de añadir 'peros' a su apoyo al Gobierno en esta esta cuestión, que debe ser total e incondicional; en el caso de Podemos la actitud es si cabe más grave: mientras sus principales dirigentes nacionales se desmarcan de este referendum pero no de otro supuestamente legal; su delegación en Cataluña lo defiende abiertamente, generando un conflicto interno notable que evidencia la mezcolanza de siglas y sensibilidades en el partido encabezado por Pablo Iglesias.
En cualquier caso, las consecuencias de esa actitud indolente, equidistante o directamente irresponsable, según el caso, son de inmensa gravedad. Porque contribuyen de manera absoluta a legitimar un desafío ilegal, inmoral y antidemocrático y colocan la responsabilidad -que es compartida de todo el Congreso- en quien sufre la agresión -los españoles y en su nombre las instituciones constitucionales- y no en quien la comete -la Generalitat y sus apéndices-.
Si PSOE y Podemos no tienen claro quién es el agresor y qué deben defender, quedarán invalidados para gobernar nunca
Pretender que este Golpe de Estado publicitado desde instituciones catalanas que existen y se deben a la misma Constitución a la que atacan puede moderarse si el Gobierno hace algo no sólo es falso, sino también contraproducente: ésa es, al margen del relato falso que el snacionalismo catalán ha construído y propagado durante décadas, la generosa actitud que España ha mantenido siempre para tratar de integrar a todos en un proyecto común, desde el respeto a las particularidades y símbolos de Cataluña o el País Vasco.
Y la evidencia de que ese enorme esfuerzo sólo ha servido para lo contrario de lo que se intentaba ya debería ser suficiente para no incurrir en el mismo error: se ha alimentado la inquietante falacia de que la única manera de que una parte de Cataluña esté satisfecha es que España desaparezca de su mapa institucional, legal y sentimental; y ni concedido eso se ha logrado otra cosa que el recrudecimiento del pulso soberanista.
Pero es que aun en el caso de que esa estrategia fuera hipotéticamente positiva, que no lo es, ahora estamos en otro momento: el de aceptar o no que una parte de España decida uniltateral e ilegalmente por todos. Y no se puede tolerar. No es una opción olvidarse de lo que dice la ley para contestar a quienes la pisotean, y en ese sentido cualquier partido que respalde ni remotamente esa idea estará incurriendo también, a su manera, en un incumplimiento flagrante de sus responsabilidades más elementales.
Aplicar el artículo 155 de la Constitución, que no acaba con la autonomía catalana y simplemente garantiza que funcione con arreglo a sus parámetros legales, no debe asustarle a nadie. Y mucho menos a quienes dicen querer gobernar algún día España. Si el PSOE y Podemos, cada uno a su manera, no tienen claro esto y lo dicen sin matices ni recovecos, también habrán quedado invalidados para gobernar nunca un país que, o se defiende sin medias tintas, o se contribuye a poner en subasta.

http://www.esdiario.com/ 
MRF

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