Convertidos en una especie de “aldea gala”, los habitantes de esta comarca ya advierten a Puigdemont de que si Cataluña tiene derecho a decidir su futuro, ellos también. Y no van a ceder.
La reflexión la dejaba dicha este mismo miércoles el expresidente del Gobierno, José María Aznar.
"Antes de romper España, romperán Cataluña". Y es que muchos catalanes
se preguntan qué será de su futuro si se cumplen la previsiones de la
ley del referéndum que este martes presentó la Generalitat y las dos
grandes formaciones que la sostienen, Junts Pel Sí y la CUP.
Una ley que contempla, entre
otros extremos, que Cataluña se declarará independiente de España apenas
48 horas después del 1 de octubre, con el único requisito de que el sí gane por mayoría simple al no. ¿Y cuál será entonces el futuro de los catalanes que hayan votado no a la ruptura?
Y si esto sucediera, ¿podría Puigdemont
verse obligado a frenar el intento de secesión de algunas comarcas
catalanas que apuestan claramente por su continuidad en el actual marco
jurídico español? Es el caso del Valle de Arán, una de las regiones
pioneras en crear plataformas -el embrión de la reacción social se produjo en Tarragona- contra la deriva secesionista impulsada en su día por Artur Mas y cuya culminación pretende ahora Puigdemont.
Lo explica en declaraciones a ESdiario uno de los creadores de Societat Civil Aranesa y diputado de Ciudadanos
por Lérida en el Parlamento catalán. "Queremos seguir perteneciendo a
Cataluña, a España y a Europa. Son identidades complementarias y no
excluyentes", subraya, al recordar el sentimiento de los araneses
reflejado en las elecciones autonómicas de 2015. En aquellos comicios, C's quedó a cuatro votos de Junts Pel Sí.
"Si algún territorio ya ha dicho alto y claro que ni hablar, ése es el Valle de Arán", enfatiza Rivas,
que recuerda que el 80% de sus habitantes no comulga con las tesis
independentistas, un escenario que extiende al resto de la provincia de
Lérida. Y recalca: "Si Cataluña tuviera derecho a decidir, el Valle de
Arán también lo tendría". "Queremos urnas, pero de las de verdad, porque
en Arán Ciudadanos va a ganar las elecciones", sentencia.
El primer término, el parlamentario de C's en el Parlamento catalán por Lleida, Javier Rivas.
Una opinión, la de Rivas, que va más allá de militancias políticas. Lo argumenta Quim Alexandre,
empresario. "Nosotros primero somos araneses, administrativamente
catalanes y españoles. Pero si somos algo es españoles. Nuestra patria
es España", asegura a ESdiario. Y continúa: "Queremos ser catalanes, si nos dejan". Alexandre
no duda de que en la hipotética circunstancia de que la independencia
se impusiera, el Valle de Arán seguiría su propio camino. "Aquí no se
tendría ni que votar", aclara.
Lo paradójico del permanente desafío de los dirigentes de Junts Pel Sí y de la antigua Convergencia a la ley es que estarán desarmados en su defensa al "derecho a decidir". Y es que el propio Estatuto de Autonomía
de Cataluña recoge un reconocimiento específico para el Valle de Arán y
que sus habitantes puedan votar en una consulta su encaje con Cataluña
si ésta decide emprender un "nuevo camino nacional".
Y la rebelión contra el proceso
no sólo ha calado en la sociedad civil, también ha provocado la ruptura
del nacionalismo catalán. En 2016, Convergencia Democrática Aranesa (CDA) rompió sus vínculos con el PDCAT,
argumentando que apuestan por "un nacionalismo aranés más fuerte",
exigiendo una representación fija del Arán en la Generalitat y en el
Parlament.
El artículo 11 del citado Estatuto
reconoce el Valle de Arán como "entidad territorial singular" dentro de
Cataluña, y establece que será objeto de una especial protección por
medio de un régimen jurídico especial.
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MRF
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