Mirada daba ayer por hecho que los diez hombres que han superado todas las pruebas físicas y los exámenes teóricos también solventarán sin problemas la revisión médica que aún tienen pendiente, de forma que tras la contratación de los tres primeros de la lista como interinos quedarán siete profesionales en la bolsa de trabajo. Pero aún así «harían falta otros siete, por lo que más adelanta habrá que convocar una nueva selección».
Miranda recordó que al inicio de las pruebas para ampliar la plantilla actual de 35 bomberos estaban inscritas 62 personas, pero sólo 42 se presentaron. Las distintas pruebas físicas —velocidad y resistencia, natación, subida pulso por una cuerda, comprobación del vértigo en una escala— y teóricas han dejado por el camino a otros 32 aspirantes en las últimas dos semanas. «Así que necesitamos más personal en la bolsa de trabajo si queremos tener más fluidez, en caso de bajas, jubilaciones y ascensos». Y el edil entiende que también para una futura ampliación de la plantilla.
Plantilla escasa
Con la rebaja de la deuda municipal, el Ayuntamiento ya estará autorizado a contratar cubriendo la tasa de reposición —un nuevo trabajador por cada baja que se produzca y no uno por cada dos, como hasta ahora— y Miranda entiende que también se abre la puerta a una hipotética ampliación de un servicio con una de las plantillas más cortas en función de ámbito geográfico que cubre —prácticamente toda la comarca— y la población de una ciudad de más de 65.000 habitantes como Ponferrada.
El concejal de Seguridad estima que la nueva convocatoria se llevará a cabo a lo largo del próximo año.
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Primero fue la tienda de Zara —la primera que abrió Amancio Ortega fuera de Galicia— después la de Bershka y ahora también Stradivarius está en el punto de mira y, si nada lo remedia, cerrará su puertas en la calle Camino de Santiago de Ponferrada el próximo otoño. Malas noticias para el sector comercial del centro urbano, ya que el gigante textil es siempre una garantía de atracción de clientes. En el aire queda ahora el futuro de Pull & Bear y Oysho, ubicadas en la misma calle, teniendo en cuenta que la estrategia de Inditex en Ponferrada parece estar centrada en el centro comercial El Rosal. De hecho, allí se trasladarán las cinco empleadas que ahora mismo trabajan en el Stradivarius del casco urbano.
La noticia ha sorprendido a los comerciantes del entorno, dado que —según han apuntado diversas fuentes a este periódico— el volumen de ventas de esta tienda era más que aceptable. De hecho, algunas han asegurado que durante la semana su actividad era mayor que la de la tienda de El Rosal. No en vano, no hace mucho que el local fue sometido a una remodelación y, al contrario de lo que sucede con otras marcas de la multinacional textil, sí se nota una apuesta por nuevas colecciones. Por lo tanto, la decisión de Inditex podría estar relacionada con una nueva estrategia comercial o con el precio del local en el que se encuentra la tienda, sujeto a un contrato de alquiler.
Sea como fuere, el cierre de Stradivarius marca un punto de inflexión y deja un poco más huérfano el centro de la ciudad, aunque para el presidente de la asociación de comerciantes Templarium, Felipe Álvarez, son los ciudadanos quienes lo están dejando huérfano, pues son ellos quienes deciden dónde van a comprar.
«Ni una multinacional ni las grandes superficies determinan cuál es la zona comercial de una ciudad. Es el ciudadano el que decide no comprar en el centro pese a que la oferta es amplia y hay de todo», aseguró Álvarez, recorando que «antes de Inditex ya existían las tiendas» por lo que su marcha no debería perjudicar el comercio local, que seguirá igual de vivo si los ciudadanos apuesta por él. En todo caso, el presidente de Templarium prefiere no darlo todo por perdido y asegura que de aquí a octubre —mes en el que está previsto el cierre— «pueden pasar muchas cosas» e Inditex puede dar marcha atrás en su decisión, como ya ocurrió hace algunos años con la tienda de Pull & Bear.
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La conducción bajo los efectos del alcohol está en el punto de mira del Gobierno a fin de buscar una solución que ponga fin a las muertes por esta causa, pero pese a las campañas de concienciación y al impacto de las noticias sobre las últimas muertes que se han producido en carretera por esa causa, los casos de conductores ebrios siguen repitiéndose. Así, en este último fin de semana, la Policía Municipal de Ponferrada tramitó dos juicios rápidos contra dos conductores que dieron positivo en el control de alcoholemia realizado. Una acción que se repite cada fin de semana.
De hecho, de los 22 controles realizados por los agentes locales dentro del término municipal, tres dieron resultado positivo en un fin de semana que, eso sí, se cerró sin haber registrado ningún accidente de tráfico.
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MRF
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