«Lo que el ministro pretende es que si Endesa decide cerrar Compostilla, seguramente habrá otra empresa que continúe esa actividad porque es rentable», adelantó Del Olmo minutos antes de reunirse con una delegación del comité de empresa de la central en cabezada por su presidente, Juan Sobredo. El decreto contempla que el cierre de cualquier central térmica deba comunicarse primero al Gobierno, con un plazo de alegaciones de la Junta, para que el Ejecutivo se reserve la posibilidad de sacar a subasta la instalación para que otra empresa se haga cargo de mantenerla en funcionamiento, garantizando así la seguridad del suministro eléctrico.
Del Olmo detalló que la subasta de la central se llevaría a cabo a bajo precio, incluso a un euro. La consejera recordó que la capacidad de decisión de Endesa está condicionada por su pertenencia a la empresa pública italiana Enel, que no estaría interesada en la política energética española.
Diálogo con el PSOE
La consejera instó al PSOE a apoyar en el Congreso el Real Decreto del Gobierno. «Apelo a la responsabilidad del PSOE» insistió, convencida de que el apoyo de los socialistas «es fundamental» porque el Real Decreto sería «la única manera de que podamos conseguir que Compostilla siga abierta a partir de 2020. Del Olmo recordó que el PSOE siempre se ha presentado como «defensor del carbón» y entiende que no se puede confiar en obtener el respaldo de otras fuerzas parlamentarias como Podemos porque «no se sabe lo que defienden».
La consejera de Economía y Hacienda, que días atrás acompañó al presidente de la Junta en su entrevista en Madrid con Álvaro Nadal, reiteró que «el Gobierno está totalmente de acuerdo con mantener el carbón como fuente autóctona de energía» porque el mineral «es importante para la seguridad del suministro» en los momentos en los que la energía eólica falla o los picos de consumo obligarían a comprar electricidad en Francia a un precio más caro. «Gracias al carbón se ha podido mantener la producción eléctrica en España», subrayó del Olmo antes de destacar que el recurso al mineral permite mantener la electricidad «a precios razonables» porque es más barato que el gas natural.
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«Es un hallazgo muy interesante», resume el ingeniero de Minas e investigador, Roberto Matías, para referirse al descubrimiento de uranio en la vieja mina Ponferradina, localizada en la zona de Montearenas. Un hallazgo realizado el pasado mes de febrero por el grupo de Investigación Geológica y Minera de la Asociación Aragonito Azul en una expedición en la que buscaban restos de scheelita (wolframio y calcio) que originaron en su día la explotación minera de la zona.
«El color verde casi asusta...» recogen los integrantes del grupo de Aragonito Azul en la descripción de su incursión a las galerías de esta mina abandonada. Un color verde que corresponde a la forma cristalizada de mineral sobre las piezas de granito, y que, tras los análisis oportunos realizados en el Instituto Geológico Minero, ha arrojado un veredicto claro: uranio.
«Hay que hacer más estudios, en principio, y sin aventurarnos mucho, no parece que sea una cantidad relevante que dé lugar a un aprovechamiento. Se deberían hacer más estudios», insiste el presidente de Aragonito Azul, Juan Manuel Rincón, quien reconoce que el próximo martes volverán a hacer una incursión en las galerías abandonadas de mina Ponferradina. En esta ocasión acompañados por el experto Roberto Matías, quien impartirá el próximo 26 de mayo una conferencia sobre minerales radioactivos en la Casa de las Culturas de Bembibre (19.30 horas). Mina Ponferradina es el segundo emplazamiento de la provincia en el que se localiza uranio, tras Villamanín
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Los vecinos del pueblo de Manzanedo de Valdueza recuperan la normalidad en el consumo diario de agua tras varias semanas de restricciones por la detección de más cantidad de arsénico de la permitida. La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, ha procedido a emitir ya el correspondiente bando, anunciando del fin de las restricciones y el concejal de Medio Ambiente, Roberto Mendo, ha sido el encargado de explicar que las acciones llevadas a cabo por los técnicos de la concejalía que encabeza han dado sus frutos y los niveles de arsénico ya están dentro de la normalidad, «por debajo del límite establecido», según explicó ayer.
El agua vuelve a ser potable para el consumo en boca después de que, a principios de mes, el Ayuntamiento prohibiera su consumo por un «fenómeno asociado a periodos prolongados de sequía», explicó entonces Mendo. Desde entonces se estaba suministrando a los vecinos agua embotellada.
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MRF
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