Esquerra ha anunciado que se presentará a las elecciones convocadas por el Gobierno y, minutos después, el PDeCAT ha seguido sus pasos. Ambos asumen así la legalidad española.
Así lo ha adelantado su portavoz, Sergi Sabrià, según el cual los comicios serán "una oportunidad más para consolidar la república".
La decisión de ERC marca irremediablemente el camino al PDeCAT, que apenas ha tardado media hora más en anunciar que también se apunta a unas elecciones convocadas en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
En la práctica Esquerra y en breve el PDeCAT están asumiendo la legalidad española y que no hay tal República de Cataluña, por más que la votaran el viernes en el Parlament en secreto.
A mayores, quitan un peso de encima al Gobierno, porque ahora sí que nadie podrá cuestionar la legitimidad de estas elecciones si ellos mismos se prestan a participar. Nadie salvo la CUP, que ese día quiere celebrar una "paella insumisa".
A priori ERC parte muy por delante de los de Carles Puigdemont en las encuestas. De hecho es muy probable que, por ese motivo, Esquerra no quiera ir esta vez en una candidatura conjunta como lo fue Junts pel Sí.
La decisión de Esquerra no es unánime y deja a muchos de los suyos a los pies de los caballos. Sobre todo a su portavoz adjunto en el Congreso, Gabriel Rufián, extrañamente callado en Twitter -red en la que suele prodigarse mucho- y al que ya le están recordando este tuit que publicó cuando el jueves pareció que Puigdemont iba a convocar elecciones y renunciar a la DUI:
Gabriel Rufián ✔ @gabrielrufian
155 monedas de plata.
MRF
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