Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son los fármacos más comúnmente utilizados en todo el mundo para tratar la inflamación y el dolor. Unos AINE que, por lo general, pueden adquirirse en cualquier farmacia sin necesidad de receta y que, como ocurre con todos los fármacos, no están exentos de efectos secundarios, algunos muy graves. Es el caso, muy especialmente y como vienen alertando distintos estudios, de una mayor probabilidad de sufrir un infarto de miocardio. Pero, exactamente, ¿cuánto tiempo tiene que durar el tratamiento para este mayor riesgo de infarto? Y asimismo, ¿cuál es la dosis de AINE que provoca esta elevación del riesgo? Pues según un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Hospitalario de Investigación de la Universidad de Montreal (Canadá), la toma de estos fármacos eleva el riesgo de infarto ya en la primera semana de tratamiento. Un riesgo, además, que es mayor durante el primer mes de tratamiento cuando los AINE se toman a dosis elevadas.
Como explica Michèle Bally, directora de esta investigación publicada en la revista «The BMJ», «dado que el riesgo de infarto agudo de miocardio aparece en la primera semana y parece ser mayor durante el primer mes de tratamiento con las dosis elevadas, los médicos deberían considerar valorar los riesgos y beneficios de los AINE antes de prescribir el tratamiento, especialmente con dosis elevadas».
Ya en la primera semana
Cada vez hay un mayor número de evidencias que muestran que los AINE se asocian a un mayor riesgo de ataque al corazón. Sin embargo, lo que no está tan claro es el tiempo de tratamiento que debe transcurrir para que estos fármacos eleven este riesgo, las dosis a partir de las cuales se produce este incremento o cuál es el AINE asociado a una mayor probabilidad de infarto.Para responder a todas estas cuestiones, los autores llevaron a cabo una revisión o metanálisis de todos los estudios realizados para evaluar la posible relación entre los AINE y el infarto de miocardio. Unos estudios que, en total, contaron con 446.763 participantes, 61.460 de los cuales acabaron padeciendo un infarto.
Los médicos deberían valorar los riesgos y beneficios de los AINE antes de prescribir el tratamiento, sobre todo con dosis elevadasMichèle BallyConcretamente, los autores se centraron en el diclofenaco, el ibuprofeno, el naproxeno, el celecoxib y el rofecoxib. Y de acuerdo con los resultados, todos los AINE conllevan, con independencia de la dosis y de la duración del tratamiento –una semana, un mes o más de un mes–, un aumento de la probabilidad de sufrir un ataque al corazón. Además, este riesgo, similar para el diclofenaco, el ibuprofeno, el naproxeno y el celecoxib, fue algo superior en el caso del rofecoxib –ya retirado del mercado en el año 2004 por aumentar el riesgo cardiovascular.
Como indican los autores, «en total, y comparado frente al no uso de estos fármacos, el incremento de riesgo de infarto de miocardio con el empleo de AINE se establece entre el 20% y el 50%. En consecuencia, y como resultado de este aumento, el riesgo promedio de infartos de miocardio provocados por los AINE se establece en torno al 1% anual».
Cuanto menos, mejor
Es más; los resultados también mostraron que el riesgo de infarto asociado a los AINE fue mayor con las dosis más elevadas y durante el primer mes de tratamiento. Y transcurrido este primer mes, ¿qué sucede? Pues parece que este riesgo se ‘estabiliza’, por lo que si bien no aumenta, tampoco decrece. Sea como fuere, indica Michèle Bally, «en nuestro trabajo no hemos analizado los episodios repetidos, por lo que sigue siendo prudente utilizar los AINE durante el menor tiempo posible».Entonces, y a la luz de las nuevas evidencias, ¿puede concluirse que los AINE provocan infartos? Pues no. Y es este estudio es de los denominados ‘observacionales’, por lo que como reconocen los propios autores, no se pueden extraer conclusiones del tipo ‘causa y efecto’.
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MRF
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