No Al Olvido

domingo, 13 de noviembre de 2016

Tradin Topic Con las tropas españolas desde las aguas de Sicilia hasta el Líbano



La reflexión al volver a España en el avión de la fuerza aérea, tras el viaje a las misiones de nuestros militares de la Armada, Aire y Tierra en Sicilia(Italia) Turquía y Líbano, es que tenemos un déficit de conocimiento para con ellos que nos vendría muy bien el ir saldando cuanto antes. Conocer lo que hacen y como lo hacen nos serviría no solo para reconocer su labor sino también para aprender nosotros también un poco de eso tan en desuso que se llama deberes. La sensación personal, el sentimiento y la emoción son de orgullo por lo visto y por que me hayan permitido compartir con ellos unos días.
El viaje se inicia en la Base Aérea de Getafe. Bastante antes de clarear el día estamos en el aire. El primer destino es la base de Sigonella, en Catania, con el Etna a un lado y el mar al otro. Y no es el volcán el que exige la presencia de la fragata Navarra, ni del avión del destacamento “Grappa” ambos enmarcados en la operación de la UE bautizada como “Sophia” y de un barco de la Guardia Civil que también veo atracado en el puerto y me cuentan que está en otra misión diferente de Frontex.
En principio “Sophia” esta destinada a cortar el tráfico de seres humanos y destruir las naves y esquifes de los traficantes de seres humanos pero que no puede soslayar ni quiere el deber de auxiliar a los náufragos y salvar cuantas vidas puedan de los migrantes que se lanzan a las aguas del Mediterráneo desde las costas libias. La mayoría subsaharianos e incluso del África Central y hasta Austral que buscan en Europa un sueño y se encuentran con la pesadilla y con la muerte. La Navarra, pocos días antes, había rescatado nada menos que a 703 personas en grave peligro de perecer ahogados y a los pocos de irnos se recibió la noticia de que casi 300 seres humanos mas habían perecido y pasado a engrosar la lista de miles mas que yacen en ese terrible cementerio marino. La misión española ya lleva rescatadas cerca de 30.000 personas y ha destruido más de 300 embarcaciones de los traficantes. Pero su misión como la del resto de los barcos de otras banderas resulta en extremo difícil y en ocasiones hasta contradictoria. La inexistencia de un gobierno en Libia con minima autoridad impide por ahora que se otorgue la autorización para atravesar la línea de las 12 millas y aun menos intervenir en la franja costera. Así que los traficantes lo tienen fácil, embarcan en delirantes y frágiles embarcaciones su carga humana y los sueltan pasada esa línea. Si los emigrantes tienen suerte los recogen estos buques o los de las ONG. Otros naufragan, sus balsas se hunden y se ahogan. Al llegar al puerto un barco de “Save The Children” desembarcaba en ese momento un numeroso grupo que iba pasando por los pabellones de la Cruz Roja. ONGs y militares se convierten así en involuntarios cooperantes de su sucio negocio pero por encima de todo ha de estar el ineludible deber de salvar vidas humanas y ante ello cualquier otra consideración decae. Así debe e ser y así se hace. El programa “Salvados” se ocupo de esa labor, ejemplarizada en la ONG “Astral” esa labor. No escuche queja alguna en las gentes de la “Navarra” por ello. Pero sin decirmelo entendí que les dolía el que a ellos se les hubiera soslayado, apenas una referencia de refilón y por cumplir, cuando muchos de los recogidos por las ONGs, pasan de inmediato a la fragata que es en verdad quien tiene medios y capacidad y a bordo lo indispensable para al menos atenderles, darles una minima asistencia medica y llevarlos a puerto.
El avión español de nuestra fuerza aérea también se ha hecho famoso en la zona. Son los “ojos” y diría que los ángeles de los que penan abajo. Pero también están recopilando una información que en algún momento será definitiva contra los piratas. Es el momento que esperan todos y que hay cierta esperanza de que este más próximo y se pueda intervenir mas allá de esas 12 millas de impunidad total hoy en dia.
El segundo objetivo del viaje esta en Turquía, junto a la ciudad y gran base militar Turco-Norteamericana de Adana, una populosa ciudad, la quinta de aquel país. En la base militar se percibe la tensión. Fue protagonista en el “golpe” de estado contra Erdogan y este sigue deteniendo a mansalva. El día anterior a nuestro aterrizaje, tres oficiales turcos se habían unido a la lista de sus compañeros apresados. Pero nosotros no íbamos a eso sino a visitar el destacamento de artillería que tienen allí desplegadas seis baterías Patriot, los misiles antimisil capaces de interceptar esa amenaza en vuelo. Es una misión OTAN y fue Turquía quien solicitó esa ayuda y España quien hubo de acudir a prestarla. La visita es fascinante, más aún para un analfabeto analógico de mi categoría. La preparación, nivel y especialización de nuestros militares resulta impresionante. Tanto como la sofisticación de la tecnología que manejan. Los sistemas de detección de un misil, la respuesta inmediata y el poderlo destruir en apenas un minuto, en vuelo y antes de que impacte claro, es para que a uno se lo expliquen y lo hacen con paciencia.
El tercer, ultimo y más largo destino del recorrido es el Líbano. Allí, desde hace diez años, esta desplegado un importante contingente de tropas del Ejercito de Tierra. Han llegado a ser más de mil hombres y ahora pasan de 600 los de la Brigada Aereotransportada, la Bripac de los “paracas”, quienes ocupan la gran y ya bien acondicionada base “Miguel de Cervantes”. Llegamos de noche, nos recibe el general Perez de Aguado y al irnos a acostar no podemos dejar de observar que allí en lo alto, por encima de todas las demás luces, se divisan las de las posiciones israelitas dominando los altos del Golam que tomaron en la guerra de los Seis Dias. Aquello fue en el ya lejano año 1978 donde tambien se aposentaron en buena parte del valle del Litani a sus pies. Desde entonces la guerra. Se retiraron del valle por el año 2000 pero volvieron en 2006 hartos de los cohetes, ataques y emboscadas de Hebzolá, aunque esta vez la incursión les fue mucho mas difícil. Fue entonces cuando se produjo la intervención de la ONU y la llegada de nuestras tropas, junto a otras, como cascos azules. El contingente español, al mando de todo este sector, esta acompañado de de tropas indias, indonesias y nepalíes amen de los de Fidji que custodian las puertas de la “Miguel de Cervantes”.
El recorrido por sus posiciones y la zona es apasionante y estremecedor pero también esperanzador. Una mezcolanza de etnias y religiones puebla estos valles y colinas. Musulmanes chiitas y sunis, cristianos maronitas y malekitas y hasta drusos, aunque no es su zona, en fin, el puzzle libanés aquí en este sur aún más bíblico y evocador con las fuentes del Jordan y Galilea a la vista. Banderas amarillas de “Hebzola”, verde de Amal, mezquitas, negras de la fiesta de la Assura pasada, fotos de “martires”, iglesias cristianas, cruces, imágenes de la Virgen y señales de la guerra y sus destrozos por todos lados. Y los puestos de vigilancia del Tzahal israelí señoreándolo todo desde lo alto. Pero también cultivos y ganados. Tierras de nuevo roturadas, plantaciones recientes o muy jóvenes de viñedos, frutales y hortalizas. La vida vuelve con la paz. Aunque la diferencia de los cultivos incipientes y en ocasiones precarios contrasta con la ordenada feracidad de los israelitas al otro lado de la Blue Line, la “linea azul” de separación entre el Líbano y el territorio que Israel controla resulta impactante.
Lo que recorremos precisamente es esa línea divisoria. Primero hasta llegar a la posición de un destacamento indio subiendo por las faldas de los montes, casi hasta un tiro de piedra, desde luego si de fusil, de los Altos del Golam. Vemos al ascender pastores entre los montes. Los israelíes les acusan de espiarles. Y aquí cualquier mínimo encontronazo puede convertirse en un enfrentamiento a tiros. La poda de las ramas de un árbol supuso varios muertos por uno y otro lado. Hay que extremar protocolos y calma. Enfrente del enclave indio, apenas unos centenares de metros mas arriba, hay un puesto del ejercito israelí. Se tiene la sensación cierta de que no solo han seguido nuestro ascenso sino que ahora nos están observando. En cada punto elevado y dominante hay una de esas bases, con sus antenas y radares.
Desde donde estamos se divisa el valle y un pueblo, Ghayar, que es todo un ejemplo de este rompecabezas. Parte debería estar esta en zona libanesa, de hecho la Blue Line en teoría lo parte en dos mitades, pero es todo territorio controlado por los hebreos y sus habitantes tienen pasaporte israelita porque así lo quisieron. Está rodeado de minas, hace unos días un cabrero perdió una pierna y varias reses volaron descuartizadas. El destacamento español se encuentra justo en medio, en pleno valle, y fue allí donde se produjo la última baja, el cabo Francisco Javier Soria, alcanzado en la torreta por un disparo de la artillería judía que respondía a los cohetes de Hebzolá lanzados desde su posición de Maiyat, el bastión donde resistieron a sus tanques en el 2006. No ha sido la única, seis mas se produjeron a poco de la llegada, en junio de 2007, con un coche bomba de las milicias chiitas hicieron reventar a su paso en Khiam matando a sus seis ocupantes. El general Aguado nos mostró luego en la base el vehiculo acorazado que hace unos meses salvó esta vez la vida a toda su tripulación al aguantar la explosión de una mina antitanque enterrada desde hacia décadas, pero que de no ser por el blindaje hubiera resultado letal de nuevo.
En el puesto donde murió nuestro último soldado se eleva de nuevo la torre de vigilancia y nos encontramos con la embajadora en Líbano, Milagros Hernando, cuatro años largos en Beirut, buena conocedora de la zona y con gran prestigio entre sus colegas. Se explica bien y se le entiende todo. Acabo hasta por logar comprender algo del galimatías y de la actual situación libanesa, entre otras cosas que tras dos años sin poder elegir presidente lo van a hacer al día siguiente de nuestro encuentro. O sea, y salvando las distancias y aunque nos han doblado en tiempo de espera, igualito que nosotros. Porque había sido en el Líbano y en la base de nuestras tropas donde nos habíamos enterado el día de antes que Rajoy ya era presidente. Ni los militares ni ninguno de nosotros, por supuesto, sabíamos que a nada también iban a cambiar de ministro y que la próxima en visitar la zona, me apuesto lo que sea a que lo hace, será María Dolores de Cospedal. Aunque es posible que la Bripac ya haya sido reemplazada por otra unidad pues les queda ya un mes escaso para regresar a casa y serán reemplazados por otra unidad de nuestro ejercito. Si va antes que no se preocupe por las fotos pues la cabo-fotógrafo de la unidad es una paisana suya de castilla-la mancha, la cabo Mariluz, de Horcajo de santiago (Cuenca).
La Blue Line que seguimos esa tarde tiene a cada paso una historia y hay lugares donde los bandos están a la vista y a pocos metros lo que acrecienta tensiones, como Panorama Point desde donde se divisa toda la fértil zona de cultivos y pueblos en manos israelíes. Los libaneses van allí a hacerse fotos y a gritar consignas. A veces se lanzan botellas. La patrulla israelita pasa a menos de cincuenta metros de donde nos encontramos escoltados por el destacamento indonesio que es el encargado de la zona. El nepalí, gurkas del Himalaya, tienen en el suyo, que es el siguiente al que llegamos, un Everest en pequeñito hecho de escayola y un pequeño y pacifico templete budista para que no les agobie demasiado el lugar. Su base esta a metros y por debajo de una especie de portaviones de cemento erizado de antenas, artilugios electrónicos y radares de los israelíes. Resulta que la “Blue Line” va justo por la mitad y a lo largo de una tumba situada en lo más alto de un punto estratégico desde donde se controla todo el territorio circundante. Los judíos dicen que allí está enterrado un rabino de hace 1600 años y los musulmanes que es un santón propio de hace 500. Solo puede visitarse la tumba en grupos de cinco y con un soldado de la ONU con bandera desplegada por delante. Prohibido tomar cualquier imagen. Esta bien claro que el lugar mas que santo es un absoluto objeto de deseo militar y de pretexto sirve este tanto como cualquier otro. Pone de manifiesto lo enrevesado e inflamable de la situación.
Pero hay paz, y se sostiene y mantiene, y con Ronith Daher la vicealcalde de Kleyya que junto con Marjayaun, el más cercano a la base, son los poblados cristianos más importantes y que además es periodista, hizo crónicas para EFE y habla fluido español gracias al Instituto Cervantes, visitamos el corredor cristiano y uno se sorprende al ver cruces, iglesias y hasta la imagen de un santo y comprueba que pastelillos libaneses son una verdadera delicia. Al recorrer la cresta de colina y al fondo, en las rocosas montañas de enfrente sobre el Litani, se divisa lo que queda de un antiguo castillo de los cruzados. Fue muy machacado por la aviación y artillería israelí y lo están reconstruyendo. Lo corona una grua. Alguien me susurra que Hebzolá trabaja mas por los sótanos que por las almenas y lo cierto es que luego a ir retornando hacia la capital, ya de vuelta, observa en las laderas de las montañas hay muchos y sobados caminos y que todos desembocan en alguna cueva.
Son muchas las historias y las anécdotas y más de una acabada en tragedia. Pero la sensación es que poco a poco la paz se va aposentando sobre aquella torturada tierra y que si al final cristaliza en algo duradero podremos decir que nuestra nación hizo algo por ellos. Cuando llegamos a la costa, pasamos junto al castillo de Sidón y damos vista a Beirut, escenario de tanta destrucción y ruina, la impresión es ahora de una ciudad y un país, que busca ser lo que fue, la “Suiza del oriente Medio”, famosa por su comercio, sus muy emprendedores y viajeros habitantes, sus finanzas y bancos siempre fiables. Al fin y al cabo nadie sino ellos fueron los fenicios. Sí. Los que le pusieron nombre a España . Isfajan, tierra de damanes, unos bichejos parecidos a los conejos, que con ellos los confundieron, la llamaron. 

Antonio Pérez Henares  MRF 
 http://www.periodistadigital.com/

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