La alcaldesa ofreció al PSOE, a la desesperada, gestionar a su antojo tres millones de euros si se abstenía en el Pleno.
Ponferrada seguirá sin presupuestos municipales para este año. La alcaldesa Gloria Fernández Merayo no fue capaz en el Pleno de ayer de aprobar sus cuentas y las de sus socios de «cogobierno», los de Coalición por el Bierzo.
Los 9 del equipo de gobierno —con los 7 del PP y los 2 de CB— no pudieron hacer nada frente a los 13 votos de la oposición. Se produjo el «no» explícito de las 2 concejalas de Ciudadanos (Rosa Luna, que hasta la alcaldesa la daba por ausente, al estar de vacaciones, se subió a un avión para acudir al Pleno).
En el «no» también participaron los 4 del PSOE asistentes a la sesión (hubo dos ausencias sonadas, como las de Javier Campos y Paula Rodríguez, y que fueron echadas en cara como crítica política a Olegario Ramón por no saber amarrar ni a sus propios apoyos de concejales en un pleno tan importante).
Los 4 de USE también se opusieron (Santiago Macías no estuvo y Folgueral explicó que hace 20 días ya registró que no podía acudir al Pleno). Y los 2 de Ponferrada en Común cumplieron con lo que ya habían anunciado de rechazo a estas cuentas, al igual que el concejal del PRB, Tarsicio Carballo. Total 9 votos por el «sí», frente a 13 por el «no», y así, rechazados.
El Ayuntamiento tendrá que echar mano en sus nuevas cuentas a las prorrogadas del 2016.
Pero para llegar a esta situación de tumbar los presupuestos, el Pleno de ayer fue el de los bandazos y movimientos a la desesperada de última hora. Bandanzos, tanto del grupo de la alcaldesa, como del grupo autodenominado de «cogobierno», los de Pedro Muñoz. Éste último fue el primero, secundado por la alcaldesa, que planteó un receso de 5 minutos para ofrecer —especialmente al PSOE— la gestión a su antojo de 3 millones de euros de remanentes, luego matizado con la participación y aportaciones del resto de grupos.
Pasaba el tiempo y ante el debate político adverso, Pedro Muñoz llegó a retirar su propuesta de receso de 5 minutos. Pero la alcaldesa la hizo suya y en esos 5 minutos de receso Merayo se empleó a fondo con el portavoz socialista Olegario Ramón, incidiendo en que podían gestionar 3 millones de euros y ellos 6, y así no dejarían tiradas muchas obras que no se podrán ejecutar.
Pasados los 5 minutos, con el revuelo y lluvia de críticas del resto de la oposición, por intentar solventar en 5 minutos una negociación de presupuestos que no se ha desarrollado antes, la alcaldesa decidió someter a votación el dejar las cuentas sobre la mesa para otro pleno ordinario. Para 10 ó 15 días.
Y aquí el PP y CB recibieron el primer revés. La oposición votó en masa en contra de dejar las cuentas sobre la mesa. Así, se llegó a la votación de los presupuestos —que en realidad no llegaron a votarse, puesto que el presupuesto iba en el punto 5 del orden del día—. Lo que sí se votó fue el punto 2, referido a la determinación del techo de gasto no financiero del Ayuntamiento. Y como este asunto está ligado al resto, al votar «no» a él, queda anulado todo lo demás.
Aquí la alcaldesa recibió el varapalo o puntilla final, con los citados 13 votos en contra de la oposición —incluidos los 2 de Ciudadanos que llevan el área municipal de formación y empleo del Imfe— y los 7 votos favorables del PP, más los 2 concejales de Coalición por el Bierzo.
Así, con argumentos políticos enfrentados de que, por un lado, dejar las cuentas sobre la mesa agravaría el problema y no habría tiempo material de ejecutarlos; y por el otro, se perderían oportunidades de inversión y obras, Ponferrada sigue sin presupuesto de 2018.
Fernández Merayo califica de “desleal” la actitud de las dos ediles de la formación naranja
La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, anunció hoy, tras el debate plenario que concluyó con el rechazo a los presupuestos municipales para 2018, que se “replanteará seriamente” su relación con Ciudadanos (Cs), después de que las dos ediles de la formación naranja en el Consistorio de la capital berciana, Rosa Luna y Ruth Santín, votasen en contra del proyecto presentado por el equipo de Gobierno. La regidora calificó la actitud de las dos concejalas de “desleal” y les acusó de “cambiar el sentido del voto que nos habían dado a entender”.
Visiblemente enojada, Fernández Merayo reiteró que estudiará con el grupo de Gobierno y de cogobierno la situación en relación al Instituto Municipal de Formación y Empleo (Imfe), que dirige Luna. “Recuerdo que el Imfe también es equipo de Gobierno”, afirmó la regidora, que consideró que “no se puede consentir que una persona vote en contra de sus presupuestos”. “No nos merece fiabilidad una persona que va en contra de sus propios actos”, manifestó. Preguntada por si esa decisión se materializaría en la destitución de Luna al frente del Imfe, la regidora insistió en “replantear esa colaboración”, una decisión que retrasará hasta que hable con el resto de miembros del equipo de Gobierno. “Vamos a mirar bien todo, a ver cómo se reconduce esta situación”, señaló Fernández Merayo, que reconoció un “malestar muy importante” entre los responsables del Consistorio.
En la misma línea, calificó la situación de “esperpéntica” y criticó que las ediles de la formación naranja “se sienten equipo de Gobierno cuando cobran a fin de mes, pero otras veces no se sienten equipo de Gobierno”. “Es el colmo, estas muchachas no estuvieron el día que en 'Barrio Sésamo' enseñaban la diferencia entre dentro y fuera”, espetó.
Igualmente, criticó que, tras anunciar la pasada semana que se ausentarían de la sesión, las dos ediles hayan “aparecido sorpresivamente”, sin comunicar al equipo de Gobierno el sentido de su voto. “¿Para qué queremos un colaborador que en los momentos decisivos vota en contra sin explicarnos sus motivos?”, se preguntó retóricamente la regidora.
Cargo a disposición
Por parte de Ciudadanos, la edil Ruth Santín respondió a la regidora que el pacto alcanzado entre la formación naranja y el PP se circunscribe a “cuestiones importantes para la ciudad”. “No somos equipo de Gobierno y no lo hemos sido en ningún momento, jamás hemos estado en las juntas de Gobierno” afirmó Santín, que aseguró que la propuesta política de Cs consiste en “votar aquellos asuntos que son buenos para la ciudad, vengan de quien vengan”.
En relación a la Presidencia del Imfe y las palabras de la alcaldesa, Santín subrayó que “hace mucho tiempo que ese cargo está a su disposición, si ella lo considera oportuno” y aseguró que “Cs no va a acatar bajo ningún concepto que se utilice el cargo como moneda de cambio para las decisiones que pretenda adoptar”.
En cuanto a las negociaciones para aprobar las cuentas, Santín remarcó que “la alcaldesa no se ha portado correctamente con este tema” y afeó que se haya servido del “chantaje a la oposición” para “convertir el salón de sesiones en un mercado”.
Día triste
En la misma comparecencia, al término del pleno, la alcaldesa calificó la jornada de “día triste para Ponferrada” y aseguró que “los partidos de la oposición están pensando más en agarrarse a sus sillones que en los vecinos de Ponferrada”. “No han cegado a la alcaldesa, ni al equipo de Gobierno, han cegado a los ciudadanos”, afirmó Fernández Merayo, que achacó esa postura contraria a “intereses electoralistas que no va a entender nadie”.
“Hoy la irresponsabilidad de la oposición ha tirado por la borda seis millones de euros que eran de los vecinos de Ponferrada”, lamentó la regidora, que emplazó a los grupos del Consistorio a “dar explicaciones”. “Tienen el derecho legal, pero no el moral”, recriminó la regidora, que aseguró que los responsables de la oposición “lo lamentarán durante años”.
En la misma línea, el socio de cogobierno en el Ayuntamiento, Pedro Muñoz, defendió la “propuesta desesperada” con la que intentó salvar a última hora la aprobación de unos presupuestos que calificó de “necesarios”. “Ojalá todo el mundo haya tomado nota”, afirmó el líder bercianista, que acusó a los grupos de la oposición de ser “implacables” con los ciudadanos.
El portavoz socialista, Olegario Ramón, criticó que “se ha pasado de negociar con la mano tendida a negociar con el chantaje más burdo” y defendió que los remanentes de tesorería con los que el equipo de Gobierno pretendía negociar la aprobación de las cuentas se tendrán que negociar igualmente a través de modificaciones de crédito.....
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