Sánchez sale en defensa de su ministro, que se niega a dimitir: «Evitó una crisis diplomática»..
El encuentro entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, se produjo en la madrugada del domingo 19 al lunes 20, minutos después de las doce. Según las fuentes consultadas por ABC, encontrándose ya el avión en suelo español y el ministro en Barajas, fue un comisario presente en el aeropuerto quien contactó con el Ministerio del Interior para advertirles de que Delcy Rodríguez no podía entrar en ningún caso en España. A raíz de esta llamada, el ministro Fernando Grande-Marlaska se puso en contacto personalmente con Ábalos para persuadirle. A continuación, el número tres del PSOE se subió al avión y saludó a la vicepresidenta de Maduro, tras lo que ésta y sus acompañantes se trasladaron a la zona VIP de vuelos privados del aeropuerto.
A pesar de las versiones contradictorias –cuatro en 24 horas– Ábalos asegura que no se plantea la dimisión. «Vine para quedarme y no me echa nadie», aseveró ayer en Santiago tras asegurar que ha sido «un fin de semana rarito» para él.
En un acto de partido, Ábalos recordó que lleva en política desde 1976 y dijo que no va a dejarlo ahora siendo ministro. El titular de Transportes acusó también al PP de no haber asumido la derrota electoral y de tratar de atacar «unas siglas de 140 años de honradez». El ministro, que esquivó las preguntas de la prensa, no dio más detalles sobre su encuentro con la vicepresidenta Rodríguez. La número dos de Nicolás Maduro tenía prohibida su entrada en el territorio de la Unión Europea como parte de las sanciones establecidas por Bruselas contra el régimen del presidente bolivariano. La Moncloa asegura que se quedó en territorio internacional.
Por fin, tras casi 48 horas de silencio en las que evitó referirse al clandestino encuentro entre su ministro y la número dos chavista, Pedro Sánchez decidió que era el momento de hablar. Ábalos se ha decantado por mantener su cuarta versión de lo sucedido, y el presidente del Gobierno la utilizó en un llamativo intento de convertir a su secretario de Organización en héroe: «Puso todos los esfuerzos para evitar una crisis diplomática y lo logró». Lo dijo en Benicarló (Castellón), en unas declaraciones en las que quiso mostrar su total «respaldo y aprecio» al ministro, informa Europa Press.
Ajeno al malestar que ha sentado este encuentro en la diplomacia estadounidense, Sánchez acusó a la oposición de «utilizar el dolor del pueblo venezolano». Pero a esta polémica se une su desplante al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, que fue recibido por la ministra de Exteriores y no por el presidente. Otros líderes europeos como Emmanuel Macron, Angela Merkel y Boris Johnson sí tuvieron esa deferencia.
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