La inauguración hoy de los Juegos del Mediterráneo supone la primera prueba de fuego para los Mossos tras el fin del 155 y el cambio de su Jefatura
Examen a los Mossos d’Esquadra. La inauguración esta noche de los Juegos Mediterráneos de Tarragona de 2018 (JMT), con la presencia de Su Majestad el Rey y el anunciado intento de boicot por parte de grupos radicales independentistas, como los cuatro Comités de Defensa de la República (CDR) de esa ciudad y la ANC -Arran también apoya-, va a convertirse en una prueba para la Policía de la Generalitat en un momento tenso para ella. La aceptación la pasada semana de la renuncia de Ferran López como comisario jefe, en un relevo que se ha leído en clave de depuración política, y el temor a que la nueva cúpula de la Consejería de Interior trate otra vez de politizar el trabajo de los policías, han generado inquietud entre los agentes.
Un trato complaciente con los que intenten boicotear el acto provocaría una escalada de tensión entre el Gobierno central y la Generalitat y un enorme deterioro de la relación entre los Mossos y el resto de las Fuerzas de Seguridad, mejoradas con López.
Tras un último año de gran convulsión, los Juegos del Mediterráneo van a volver a poner a prueba a la Policía autonómica, tanto por lo que respecta a la jornada inaugural hoy como a los diez días de competiciones. Para esta noche, y al margen de la controversia política generada desde la Generalitat, la principal preocupación son las acciones de protesta convocadas por los CDR de Tarragona contra la presencia de Don Felipe, así como por parte de la sección local de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
«No tenemos rey»
Los primeros, bajo el lema «no tenemos rey», han anunciado una concentración cerca del campo del Gimnàstic de Tarragona, donde se inauguran los Juegos, mientras que los segundos animan a movilizarse para demostrar su repulsa: «El Borbón no ha rectificado el discurso del 1 de octubre donde tomó partido en el conflicto y dio cobertura a la violencia. En Tarragona no olvidamos y no podemos normalizar su presencia en los Juegos como si no hubiese pasado nada. Movilicémonos y demostrémosle pacíficamente que no es bienvenido». La ANC ha organizado una marcha desde el centro de Tarragona hasta «tan cerca del estadio como nos permitan las autoridades», según explica la misma organización, que puntualiza que no pretenden «boicotear» los Juegos.
La CUP de Tarragona, por su parte, emitió un comunicado en la que exigen al alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, y a todos los responsables políticos que impidan la asistencia de Don Felipe a la inauguración. «Está en sus manos evitar lo que para muchas personas es una gran ofensa, a causa de la responsabilidad directa del rey Borbón en la represión ejercida contra muchos ciudadanos de Tarragona».
Más allá de la inauguración, a la que asistirá tabién el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el desarrollo de los Juegos implicará un importantísimo despliegue policial para dar cobertura a un evento que hasta el día 1 de julio movilizará a unos 4.000 deportistas de 26 nacionalidades, con una previsión de 150.000 espectadores en los 16 municipios que acogen pruebas.
En coordinación con la Policía y la Guardia Civil, y tratándose de un evento con una amplia presencia internacional, los Mossos d’Esquadra recuerdan que se está en un nivel cuatro sobre cinco de alarma terrorista. Por parte de la Policía autonómica se ha movilizado a todas las especialidades: la Unidad Canína, los Tedax o los Grupos Especiales de Intervención (GEI).
Fuentes policiales consultadas por ABC aseguran que los radicales secesionistas «tienen ganas de montarla, pero lo más probable es que solo puedan armar algo de ruido y a bastante distancia de donde se van a desarrollar los actos». Todo lo que se refiere a la seguridad ciudadana depende directamente de los Mossos, pero tanto la Policía como la Guardia Civil tienen como misión la protección de autoridades, en primer lugar la del Rey y también de los cargos del Gobierno central.
«Insurrección»
«Si los Mossos hacen bien su trabajo no tiene porqué haber problemas», insisten las fuentes policiales consultadas, que no obstante hacen hincapié en que los radicales pueden intentar aprovechar la repercusión internacional del evento: «Cada vez se adivina más en los CDR y en general en el secesionismo la aceptación de la violencia como alternativa al logro de sus fines. Están pasando de un perfil bajo a una violencia de carácter insurreccional que a la larga puede producir un enfrentamiento civil en Cataluña».
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