No Al Olvido

jueves, 30 de noviembre de 2017

# La UCO asesta el primer golpe policial a empresas piratas de energía.Un liquidador encabezaba el grupo criminal que estafó 100 millones con la venta de luz a pymes...!!!!!



Es el primer golpe policial a las comercializadoras de electricidad piratas, empresas que compran la energía a los grandes distribuidores y la ofertan luego a los clientes. A los pocos meses, cuando la cartera de clientes está consolidada -tenían unos 4.000- dejan de pagar el producto (la luz) pero siguen cobrando. Un negocio redondo: un fraude de más de 60 millones de euros, al que la UCO de la Guardia Civil, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acaba de poner coto. A esas cifras hay que sumar otros 20 millones de agujero en peajes no recaudados y 14 millones más que no pagaron a Hacienda. Ya hay 18 detenidos en Madrid, Barcelona, Tarragona, Gerona, Alicante y Valencia y se han bloqueado inmuebles, sociedades, productos financieros, coches y hasta un velero.

Al frente del entramado criminal está Esteban Roig Padrosa, un liquidador de empresas de todo tipo de sectores al que persiguen numerosos afectados. Aseguran que los ha dejado en la ruina y se han organizado en una plataforma. Roig, con vínculos en el sector energético desde que este se liberalizó, había constituido un complejo entramado a base de sociedades interpuestas y testaferros (se han detectado 24), que se encargaban de crear y hacer desaparecer el entramado empresarial sobre el que, en un margen de tiempo de siete meses como máximo, se apoyaba la estafa.

Las empresas piratas que vendían luz a coste cero para ellas eran trece, diez ya inhabilitadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según informó la subdirectora adjunta de Energía, Paloma Espeja. Fue este organismo el que alertó del fraude al detectar el desfase entre la energía contratada y la que finalmente se comercializó.

En su nuevo camino delictivo Roig y su red vendían electricidad sobre todo a grandes pymes, clientes de alta tensión y algunos clientes domésticos; les cobraba (aunque con suculentos descuentos respecto a otras empresas que podían alcanzar hasta el 30%) pero no pagaba a los suministradores. Y así, cliente tras cliente, ha enjaretado la estafa de cien millones.

La UCO, según informó el teniente coronel responsable de Delicuencia Económica, Francisco Almansa, investigaba el fraude desde el año 2012, con un primer expediente en 2014 remitido a la Fiscalía. Almansa detalló la hiperactividad de la organización que abría y cerraba continuamente empresas y destacó que es la primera vez que penalmente se logra actuar contra unas empresas que, hasta ahora, eran sancionadas administrativamente, por lo que podían seguir defraudando a las generadoras de electricidad y a Hacienda.

La organización criminal ofrecía descuentos del entre el 20% y el 30% con respecto a la comercialización habitual, según concretó la subdirectora de Energía de la CNMC. «Buscaban una red de clientes y una vez consolidada, accedían al mercado mayorista para ofrecerles la electricidad con precios muy competitivos para, inmediatamente, dejar de comprar energía, desapareciendo tras detectarse por los reguladores el desfase».

Esteban Roig Padrosa acumula casi tantas denuncias por estafa -y alguna condena mercantil- como cargos en empresas. Los registros de 21 provincias, de Albacete a Gran Canaria pasando por Barce
lona o Cantabria, revelan que mantiene 94 cargos activos en 84 sociedades. El motivo de esta bulimia empresarial no es que sea un gran emprendedor, sino que ha hecho su agosto acudiendo al rescate de pequeñas y medianas empresas en graves apuros. Esteve -en catalán- compraba entrevistas en modestos programas de televisión en las que anunciaba su rimbombante firma, Grup GV (Gutsen & Vergelsa), capaz de «remontar la crisis y solucionar los problemas» de todo tipo de pymes que facturaran «entre 1,5 y 50 millones de euros».

Cuando un empresario con la soga al cuello solicitaba sus servicios, le compraba la empresa por un euro y le prometía sanearla y venderla al mismo cliente o a un tercero después de pagar a todos los acreedores. También les ofrecía mantenerlos con un cargo en la compañía. Cuando se ponía manos a la obra, enseguida quedaba claro que le interesaba mucho más el activo que el pasivo de los balances. Uno de sus desafortunados clientes relata a ABC cómo Esteban Roig utilizaba artilugios contables para vaciar la empresa. «En la primera liquidación de IVA que presentó vi que no pagamos nada. Había cruzado facturas falsas de otras empresas de su grupo para generar pérdidas y quedarse el IVA». El liquidador profesional llevaba las empresas a preconcurso de acreedores y, en el plazo que le daba el juez para, en teoría, intentar reflotar la sociedad, suspendía todos los pagos, pero no los cobros, que pasaba a canalizarlos en una cuenta distinta, generalmente en una sucursal bancaria de Barcelona, su centro de operaciones.

También vendía los activos de la compañía, hasta exprimirla al máximo. Una de las muchas empresas de las que se hizo cargo, domiciliada en Málaga y con una facturación anual de algo más de un millón de euros, le sacó 200.000 limpios para él en apenas unos meses. Unas cuantas semanas le servían para dejar las instalaciones como un queso gruyer. Vendía hasta las estanterías. A sus cargos activos hay que sumar otros 33 en 28 sociedades de las que ya salió. Esteban Roig también captaba a empresarios en situación límite a través de agencias intermediarias. La sociedad en crisis pagaba a un agente para que le encontrara un salvavidas al que aferrarse. Un día sonaba el teléfono y le hablaban de un tipo «extraordinario» y con «amplia experiencia», «Esteban Roig, del Grup GV». La presunta estafa eléctrica es otra de sus facetas.
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MRF

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