No Al Olvido

lunes, 30 de septiembre de 2019

# Bierzo. Ponferrada incorporará 22 agentes más de Policía Local en mayo.. Matavenero cierra cuatro días de fiesta para celebrar sus 30 años A ojo de águila desde la cima de la Peña del Seo... Vídeo...Buenos días Castilla y León 30/09/2019


El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, 
ha anunciado este domingo que el próximo mayo se 
incorporarán los veintidós nuevos agentes 
que pasarán a elevar el número de la plantilla 
de la Policía Local de Ponferrada,
 que en los últimos años está reducida a 47 miembros.
Así lo ha anunciado en la primera celebración de
 la festividad del patrón de la Policía Local, 
San Miguel Arcángel, en la que se ha hecho entrega 
de las medallas al mérito de la Policía Municipal 
con distintivo de plata al fiscal jefe de Ponferrada, 
Jacinto Villalvilla, y al magistrado de 
lo Penal Óscar Hernáiz por su colaboración
Esa cantidad, que reforzará la plantilla hasta 
convertirla en 69 miembros, no es suficiente 
para paliar las necesidades, que seguirán teniéndose 
en cuenta en los próximos presupuestos, ha opinado.
El concejal de área, José Antonio Cartón, espera 
que los números se sigan incrementando hasta conseguir
 alcanzar los 82 miembros y precisa que "dependerá de 
la oferta de empleo público", aunque espera que 
se permita la tasa de reposición que es del 115 en Policía
"Ramón ha destacado el trabajo de los agentes, 
"una policía muy concienciada y que participa en 
la labor social" además de regular el tráfico.
El intendente de la Policía de Ponferrada, 
Arturo Pereira ha asegurado que los casos que 
más se han elevado en los últimos años son 
las intervenciones de ayuda a mayores 
que se encuentran solos.
"Tenemos que ser parte de ese tejido social 
que define nuestra sociedad", ha apostillado.
Pereira también ha apuntado que los agentes 
protagonizan campañas 
específicas, la última la de vigilancia de 
frutales para prevenir robos durante la recogida.
En este sentido, ha anunciado que los productores 
han sugerido que se inicie antes, puesto que
 la fruta se roba incluso en verde.

Matavenero..
Acróbatas, malabaristas, danzantes y bailarinas,
 música de autor, agro punk, hip hop, ska y reggae, 
rock and roll y folk fusión. Y también una curiosa 
‘Agro-Olimpiada’ donde las pruebas premiaban a leñador 
más hábil, al más rápido en una carrera de sacos, o al 
más calculador en el ajedrez vikingo. Todo eso 
ha ocurrido en los últimos cuatro días en la eco 
aldea de Matavenero, que en la rodilla rocosa de una
 de las montañas de Torre del Bierzo ha celebrado 
sus primeros 30 años desde su refundación 
por un grupo pioneros.
Abandonada desde los años sesenta, en 1989, 
un reducido grupo de jóvenes del movimiento 
internacional Rainbow convencieron a la Diputación, 
el Ayuntamiento y a los antiguos vecinos de que les
 dejaran sacar adelante su idea de repoblar Matavenero.
 En la fiesta ha participado el entonces alcalde 
y hoy concejal, Melchor Moreno, junto a pioneros 
como Nina Schaer y Uli Wuttke.

Ojo del Águila...
Como si de una señal mesiánica se tratara, 
al cartel que reza sobre la puerta del «cementerio»
 de Cadafresnas (Corullón) le desaparecieron dos 
letras, la «e» de eterno, y la «o» de olvido.
 «Eterno olvido» es lo que se aprecia en estos
 pueblos renqueantes de habitantes y montañas 
de brutal belleza natural.
El Bierzo lleva décadas centrando la promoción 
turística oficial en algo tan fundamental y necesario 
como son Las Médulas, Peñalba de Santiago, el castillo
 de Ponferrada y algún paraje más, ahora en declive por 
falta de ambición, como el Morredero. Funcionan relativamente 
bien el Catoute y Miravalles, pero los otros 
valles y picos del Bierzo Suroeste parecen no existir 
para el gran público turístico; salvo algunas excepciones 
como el Hayedo de Busmayor y la ruta prefijada del 
Camino de Santiago. Y, ciertamente, el potencial se 
certifica perdiéndose a pie o en coche por esas montañas 
de Corullón, Barjas, Oencia, Sobrado, Toral, Balboa,
 Villafranca o Vega de Valcarce, 
llenas de valles surcados por ríos y arroyos.
Un ejemplo del gran valor postergado lo encarna 
la cumbre de la Peña del Seo. Sudando bien la 
camiseta si no se está entrenado, desde la base 
cuesta subir a pie menos de dos horas, pero la 
recompensa en la cima de 1.576 metros es inmensa. 
Estar allí arriba gratifica el espíritu de tal manera 
que el tiempo parece detenerse por momentos. 
Y esa quietud natural recarga el alma para 
sobrellevar peores momentos.
Con un simple giro de cabeza se puede apreciar
 desde el alto de la Peña del Seo lo ínfimo que parecen 
los picachos anaranjados de la mina de oro de Las Médulas 
(se ven también las de La Leitosa), así 
como las cumbres de Campo das Arcas, dando silueta al
 valle bajo del río Cabrera, o los límites con 
la gallega Valdeorras y O Courel. También la imponente 
cordillera de montañas y valles profundos que dibujan pueblos 
de postal como Mosteirós, Peñacaira, Corrales, Cadafresnas,
 Dragonte, Viariz, Villagroy, Hornija. Y por supuesto, alzando 
la vista de la falda de esta montaña del Ayuntamiento de Corullón, 
dónde se ven los restos de la mina y el poblado minero, quedan
 grabadas en la retina las imágenes de las cumbres de Ferradillo, 
Aquiana y Morredero, amén del Teleno o el Pajariel. Hasta se 
desdibuja a lo lejos la figura marrón vertical —a modo de Tetrix— 
de la Torre de la Rosaleda, en Ponferrada. No faltan las chimeneas
 sentenciadas a muerte de la térmica de Cubillos del Sil y 
los vértices montañosos de Laciana con Asturias y los Ancares con Galicia.
Desde las alturas de la Peña del Seo, el viento
 limpio hace al caminante ser consciente de 
sus limitaciones. Le recuerda que en las entrañas 
de ese macizo rocoso retumba la memoria de historias
 reales de rudo trabajo minero, en años de supervivencia
 y estraperlo del wolfram, el mineral que tanto 
codiciaron en la segunda Guerra Mundial los alemanes 
para endurecer la aleación del acero, con el que construían
 tanques y otro material bélico, y que hoy,
 vale lo mismo que la antracita del Bierzo: Nada.
insectos, aves y fósiles
Sobre el cielo de la Peña del Seo suena el 
cantar de las choyas y por el sendero se pueden 
ver gatas peludas de color negro y anaranjado,
 así como restos de líquenes de millones de años 
decorando piedras metamórficas cubiertas por océanos.
 Hoy el paraje rezuma naturaleza 
y la gran montaña parece alzarse como la gran dama que 
sigue siendo: Imponente, elegante, sencilla, luminosa,
 bella y ruda sin maquillajes.
A muchos de los lectores les podría pasar desapercibida,
 pero es uno de los picos planos que se ve desde casi 
todos los puntos de la olla central del Bierzo, y 
que puede servir de referencia para los que peor se orientan. 
Una especie de faro visto desde el Este y centro de 
la comarca, donde suelen caer las primeras nieves.
La Peña del Seo depende de Corullón, y su alcalde, 
Luis Alberto Arias, al igual que el resto de municipios 
colindantes, quiere aprovechar más su potencial de visitas. 
Tiene en marcha planes para un refugio en el poblado y mejorar 
las rutas. Recuerda Arias que Corullón no puede ser olvidado
 en las ayudas para la recuperación del patrimonio industrial 
del carbón por su arqueología del wolfram. Está dispuesto a 
empezar obras con sus pobres medios, 
pero espera que le ayuden. Lo merece.

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